Según una nota de prensa de Freshuelva, el coordinador del proyecto y director del Centro Ifapa Churriana-Málaga, José Manuel López, ha apuntado los resultados obtenidos durante la campaña pasada en el proyecto de investigación 'Optimización y nuevos desarrollos sostenibles en las alternativas al bromuro de metilo en el cultivo de la fresa en Huelva', entre los que ha destacado "la utilización de la biosolarización" que, según ha explicado, "podría ser un futuro si la Unión Europea (UE) sigue eliminando plaguicidas y moléculas fungicidas de los desinfectantes de suelo. De las soluciones no químicas, la mezcla entre estiércol y solarización es la más rentable".
La biosolarización consiste en aplicar durante mediados del mes de julio grandes cantidades de materia orgánica, estiércol de gallina, en el suelo y en colocar encima de ella un plástico transparente que cubra el mismo. Esta técnica permite que se pasteurice el suelo a través de los rayos del sol que penetran y la acción de los gases.
"Aporta unos resultados aceptables, no tan rápidos como los desinfectantes agroquímicos, pero son más sostenibles", según ha apuntado López, que añade que es necesario controlar las cantidades que se utilizan de estiércol para que entren dentro de los parámetros que permite la UE.
Por otro lado, esta biosolarización se plantea como técnica para combatir una serie de enfermedades emergentes que están apareciendo en diferentes zonas freseras y que afectan a las plantas. Éste es el caso de los hongos Macrophomina phaseolina y Fusarium oxysporum, que se detectaron la campaña pasada y que surgieron debido a las excepcionales condiciones meteorológicas.
Según ha explicado la investigadora del centro del Ifapa Las Torres y Tomejil, Berta de los Santos García, "estos hongos ya habían aparecido antes, pero no con una incidencia tan alta en los cultivos como ahora, cuando han producido la muerte de plantas, especialmente a partir del mes de abril".
En concreto, el 'Fusarium oxysporum' "es un patógeno considerado subletal y que se mantenía en los suelos a pesar de las desinfecciones, pero nunca había ocasionado muerte de plantas". "Para controlarlos, alternativas como la biosolarización funcionan muy bien", ha señalado.
Estas jornadas técnicas, que continúan este miércoles con la presentación de resultados de las actividades experimentales del Ifapa en el cultivo de la fresa relacionadas con variedades y fechas de plantación, sirven para plasmar el trabajo que realiza este centro y la colaboración de los investigadores y técnicos especialistas de dos de sus delegaciones, el de Churriana en Málaga y el de Las Torres en Sevilla, junto con el personal que trabaja en la finca de 'El Cebollar', ubicada en Moguer.
Según ha indicado el presidente del Ifapa, Francisco Javier de las Nieves, el objetivo final es la transferencia de la investigación y la experimentación al sector agrario.
Además, ha destacado que este centro es de los pocos Organismos Públicos de Investigación (OPIS) "que dispone de los medios para llevar a cabo estos estudios, por un lado, con un banco de germoplasma con más de 500 variedades de fresa en nuestros laboratorios de Málaga, y por otro, con una finca experimental de varias hectáreas en una zona privilegiada, como es 'El Cebollar', en pleno corazón fresero y que es modelo para el sector".
Esta actividad se enmarca en un proyecto Transforma, de transferencia y formación, dedicado a 'Horticultura Protegida', que el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera ha puesto en marcha recientemente, con financiación de la Consejería de Agricultura y de Fondos Europeos.
Este proyecto tiene como objetivo general dinamizar la producción hortícola, diversificar las técnicas sostenibles y mejorar los canales de comercialización. Para ello "se cuenta con un presupuesto de 376.000 euros hasta 2013 y la participación de distintos centros Ifapa ubicados en Málaga, Sevilla, Almería y Chipiona".
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