La resaca del primer título que se queda en el camino del Real Madrid, la Copa del Rey, sitúa a la portería en el foco. La alternancia por la que apostó Carlo Ancelotti ha desembocado en dos fallos garrafales de sus porteros en los derbis. El de Kepa Arrizabalaga lo subsanaron sus compañeros en Riad. El de Andriy Lunin condicionó el duelo en un Metropolitano que se convierte en la piedra en el que era firme camino.
Cuando el Real Madrid dominaba el derbi ante un Atlético de Madrid que daba la impresión por momentos de ser inofensivo, un error de Lunin provocó el tanto que situó ante las cuerdas a su equipo. Exigió un trabajo físico extra para empatar por segunda vez el derbi, y se acabó pagando en la prórroga. Cuando en las piernas de los madridistas pesó el desgaste de la Supercopa de España y el menor tiempo de recuperación que su rival.
Era el segundo partido de los considerados grandes que disputaba Lunin de titular esta temporada. Tras el clásico de la final de una Supercopa de España de la que salió vencedor en su pulso particular con Kepa Arrizabalaga. Sentado el portero vasco tras su fallo por alto en una mala salida en semifinales ante el Atlético de Madrid.
Cuando todo se le ponía de cara al ucraniano, el error del Cívitas Metropolitano le deja marcado. Pese a sus dos buenas intervenciones posteriores en acciones repletas de reflejo ante Antoine Griezmann y Álvaro Morata.
De un centro al área desviado por Eduardo Camavinga nació la duda. Lunin tardó en decidirse, debió anticiparse para blocar y optó por despejar con la manopla abajo tras lanzarse tarde, con la mala fortuna de que el balón rebotó en Álvaro Morata y se coló en su portería. Tras el fallo de Kepa llegó el del portero ucraniano. Dos derbis marcados por errores. Dos partidos en los que la sombra de Thibaut Courtois, se hizo alargada.
El cambio de plan de 'Carletto', que nada más sufrir Courtois una grave lesión de rodilla antes del primer partido oficial del curso pidió un portero con experiencia como Kepa, ha convertido cada partido del Real Madrid en un examen para el elegido. Quiso premiar el rendimiento de Lunin durante el tiempo que cubrió la lesión muscular del vasco y, al final, la alternancia en el puesto se ha convertido en problema.
Ninguno de sus dos porteros ha mostrado su mejor versión en partidos que deciden títulos. El Real Madrid en sus tres últimos partidos entre Supercopa de España y Copa del Rey ha encajado ocho goles. En 20 jornadas de LaLiga tan solo once.
Así las cosas, cuando Ancelotti estaba más cerca de entregar la competición doméstica a Lunin y la Liga de Campeones más la Copa del Rey a Kepa, los últimos acontecimientos le invitan a replantearse su decisión. la mayor experiencia del guardameta español vuelve a ser ponderada por el técnico italiano. De momento será el titular el domingo ante el Almería en un encuentro en el que se demanda una reacción inmediata a la segunda derrota del curso.
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