La decisión de Cajasol, que ayer fue conocida oficialmente y previsiblemente comportará la petición de ayudas por valor de mil millones de euros, supone el fracaso definitivo del proyecto para crear una gran caja de ahorros andaluza junto con Unicaja.
El máximo impulsor de la idea, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, manifestó ayer su “total respeto” a la decisión de Cajasol porque, en su opinión, “lo importante” es garantizar la estabilidad del sector financiero, de la caja y de su personal.
“Pretende también al mismo tiempo liderar un proceso de apertura al exterior de Cajasol”, ha continuado Griñán, que interpreta que la pretensión de la entidad financiera sevillana con esta operación es la de “mantener domicilio con presidencia y por lo tanto, impulsar la actividad de una caja andaluza fuera también de su territorio”.
Precisamente, Cajasol se había quedado descolgada de las ayudas públicas con la fusión con Caja Guadalajara, lo que le perjudicaba en un contexto en que la financiación en los mercados internacionales está cada día más complicada.
Con la operación con Banca Cívica (formada por Caja Canarias, Caja Navarra y Caja de Burgos), la caja de ahorros sevillana accede a los fondos del FROB -prorrogados hasta final de año- y consigue una mejor posición que la resultante en una fusión con Unicaja, que siempre ha querido imponer sus condiciones en las negociaciones que ha llevado a cabo.
La posible integración de Cajasol en Banca Cívica también ocasionó un aluvión de reacciones políticas, dadas las implicaciones que podría tener la potencial localización de la sede en Sevilla, como han apuntado algunos medios de comunicación.
Además, las fuentes consultadas por Efe explicaron que de materializarse la incorporación de la caja sevillana, el SIP contaría con dos copresidentes, Antonio Pulido, que preside actualmente Cajasol, y Enrique Goñi, presidente de Banca Cívica y director general de Caja Navarra.
Reacciones
El anuncio de esta integración ha provocado numerosas reacciones en el mundo político. Así, desde Andalucía, el presidente del PP-A, Javier Arenas, ha acusado al presidente José Antonio Griñán de haber estado “en Babia” en todo el proceso de fusión de las cajas y su deseo de que la propuesta de Cajasol de “fusión fría” sea positiva para Andalucía y su sistema financiero.
Arenas, que se ha reunido en Nerja (Málaga) con dirigentes locales de su partido, ha afirmado que el PP respetará “al cien por cien” la decisión de los órganos de Cajasol, “como hemos hecho siempre con las cajas de ahorro, ya que defendemos su despolitización”.
El presidente del PP-A considera “clave” la opinión del Banco de España “y si se confirma lo que sé en este momento, esta institución ha orientado y apoyado esta fusión”.
A su vez, el PSOE de Andalucía condicionó su respaldo a la pretensión de Cajasol de llevar a cabo una “fusión fría” con Banca Cívica a premisas como la solvencia, el mantenimiento del empleo y del interés general de la comunidad.
Por su parte, el PP navarro reclamó ayer que los miembros de la Junta de Fundadores de Caja Navarra ofrezcan “urgentes y completas explicaciones” sobre la posible integración de Cajasol en Banca Cívica.
Además, la viceconsejera de Economía de Castilla y León, Begoña Hernández, opinó ayer que es “pronto” para valorar la posibilidad de ubicar la sede institucional y fiscal en Sevilla dada la apertura de las negociaciones.
Medel dice que “no se ha roto nada” con Unicaja porque “no había nada”
Las reacciones, aunque con más indiferencia, también vinieron del sector financiero. El presidente de Unicaja, Braulio Medel, afirmó ayer que “no se ha roto nada” con Cajasol porque “no había nada, ningún proceso de negociación o de integración entre las dos entidades”, después de conocerse que ésta ultima una “fusión fría” con Banca Cívica.
Medel rehusó pronunciarse sobre esta operación, porque es “ajena” a Unicaja, porque “no hay ninguna comunicación oficial de las entidades implicadas” y porque “los aspectos más importantes, caso de que eso siguiera adelante, estarían por desvelarse o comunicarse”.
Recordó en rueda de prensa que uno de los objetivos de Unicaja “es ser la primera entidad financiera de Andalucía” y, “después de todos los movimientos hechos y anunciados, esa posición la sigue teniendo”.
“El posicionamiento relativo en dimensión naturalmente también es importante, pero sin caer en una operación corporativa de integración como una varita mágica” o como “una buena capa que todo lo tapa”, añadió el presidente de Unicaja.
En este sentido, señaló que “fusiones las ha habido buenas, malas o regulares, depende cómo se hagan, pero no tienen por definición la virtud taumatúrgica de hacer de lo malo bueno o de mejorar porque sí las cosas”.
“Otra cosa es que nuestra obligación sea estar atentos, que lo seguimos estando”, agregó sobre posibles fusiones Medel, que sin embargo subrayó que Unicaja no tiene “ninguna urgencia ni por razones internas ni por presiones externas”.
Al preguntársele por posibles operaciones, afirmó que “los planes concretos, cuando estén, estarán”, pero “antes no dejaría de entrar en el terreno de las especulaciones con más o menos fundamento”.
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