El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha confirmado una condena a prisión permanente revisable para un acusado de asesinar la noche de Reyes de 2020, entre el 5 y el 6 de enero, a su expareja y la hija de 3 años que tenían en común, a las que asestó múltiples puñaladas.
El TSJC ha desestimado el recurso del condenado por asesinato con alevosía y ensañamiento, y ha ratificado la sentencia redactada por la Audiencia de Barcelona, que fue escrita en consonancia con el veredicto de culpabilidad dictado por el jurado popular.
El hombre estaba acusado de asesinar a puñaladas la noche de Reyes de 2020 a su ex y a la hija que ambos tenían en común, después de no aceptar que su entonces pareja decidiera poner fin a la relación, con quien todavía convivía provisionalmente en un domicilio de Esplugues de Llobregat (Barcelona).
La Audiencia de Barcelona le condenó a prisión permanente revisable por haber asesinado a su hija de tres años, a 25 años de cárcel por haber matado a su ex, y a otros dos años más por maltrato habitual.
Además, la sentencia impuso al procesado la obligación de indemnizar a sus exsuegros con 400.000 euros a cada uno de ellos por la muerte de su hija y de su nieta, así como con 130.000 euros a cada uno de los hermanos de su expareja por los mismos hechos.
La sentencia de la Audiencia ratificada por el TSJC da por probado que la expareja del procesado decidió en agosto de 2019 poner fin a la relación sentimental, aunque hasta que no materializaran definitivamente la separación seguirían viviendo en el mismo domicilio, aunque durmiendo en habitaciones separadas.
El acusado "no aceptó de buen gradó la decisión libremente tomada" por la víctima, y "con consciente desprecio" la sometió "a una dinámica de continuos reproches, insultos, ataques psicológicos, seguimientos, vigilancias y control que fueron creciendo a medida que pasaba el tiempo".
La situación provocó en la expareja "una situación de profundo malestar emocional, desasosiego y angustia, llegando a acceder (el procesado) subrepticiamente y de manera repetida al contenido de su teléfono móvil con la finalidad de conocer sus comunicaciones intimas y reservadas".
Finalmente, en una hora no determinada de la noche de Reyes de 2020, entre el 5 y el 6 de enero, el acusado aprovechó para atacar tanto a su expareja como a la hija de 3 años que ambos tenían en común, mientras ambas dormían juntas en una habitación del domicilio.
El acusado atacó primero a su expareja, a la que asestó múltiples puñaladas con "uno o varios cuchillos", que le causaron la muerte, y procedió de idéntica forma con su hija de tres años, que se encontraba "acostada junto a su madre", hiriéndola principalmente en el cuello.
El procesado provocó un padecimiento añadido a ambas víctimas: a la ex por la cantidad de lesiones que le produjo, muchas de las cuales innecesarias para la muerte, y a la hija tras comprobar que la agresión contra su madre venía de su propio padre, y ante la constatación de que ella sería la siguiente.
El procesado lleva en prisión por esta causa desde el 8 de enero de 2020.
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