Así lo afirmó en Barcelona la directora del Observatorio de la Seguridad Vial de la DGT, Anna Ferrer, quien precisó que la DGT tiene previsto incorporar un apartado en el código de circulación dedicado a las bicicletas que regule su uso en la vía pública, sobre todo en las ciudades, y que podría ir desde los tamaños de los carriles bici, el uso de casco en menores o su presencia en las aceras.
Un ejemplo de estos conflictos lo recoge el barómetro anual de la bicicleta en Cataluña: sólo un 26% de los ciclistas catalanes circula siempre por la calzada debido al peligro generado por el tráfico y una quinta parte de los usuarios circula en exclusiva por las aceras por temor a ser atropellados.
La directora del Observatorio de Seguridad Vial de la DGT, Anna Ferrer, ha explicado hoy que la bicicleta tiene que entrar a formar parte del control normativo, ya que en estos momentos existe en el código escasa referencia al mismo y "no hay paraguas legal" que regule la convivencia con este vehículo en la calle.
Para ello, la DGT se ha puesto ya en contacto con diversos colectivos de usuarios y con la Federación de Municipios para conocer las normativas ya existentes en diversas ciudades, como la vigente en Barcelona, y crear una normativa conjunta para todo el estado. Aunque Ferrer no ha querido concretar fechas, ha apuntado la posibilidad de que comenzase a aplicarse el año que viene.
Aunque la responsable de la DGT ha remarcado que no se piensa en la posibilidad de crear un carné especial o la obligatoriedad de matricular las bicis, desde la Red de Ciudades por la Bicicleta se ha insistido en el impulso de un registro estatal de estos vehículos, al igual que el que ya existe en Barcelona y su área metropolitana, que serviría sobre todo para intentar reducir el número de robos, ya que así se lograría su identificación.
El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Francesc Narváez, se ha congratulado de que la DGT impulse una regulación que armonice el uso de las bicicletas en las ciudades, "ya que hasta ahora han sido los ayuntamientos los que se han encargado de ello".
Desde la entrada en vigor de la normativa de circulación de la bicicleta en Barcelona, en septiembre de 2008, el consistorio ha puesto cerca de 7.600 multas por diversos motivos.
En cuanto al registro estatal de bicicletas propuesto por el Ayuntamiento de Barcelona, el presidente de la red de ciudades por la Bicicleta, Xavier Corominas, ha adelantado que incluirá una descripción del vehículo: número en el bastidor, color, tamaño y otras características que la hagan identificable.
Este registro obligará a una colaboración primero con los vendedores -para que ofrezcan una ficha de la misma- y posteriormente con las policías locales, para que las bicis robadas y recuperadas no acaben olvidadas en los depósitos y sean subastadas al paso de los meses, como ocurre en la actualidad.
Según los datos del barómetro, a un veinte por ciento de los usuarios le han robado alguna vez la bici, porcentaje que según el barómetro se mantiene estable en los últimos años, aunque diversas asociaciones de usuarios han denunciado que es mucho mayor.
Según el barómetro, casi el 90% de los catalanes sabe ir en bicicleta, tres millones de personas de esta comunidad tienen una de uso personal, y 2,5 millones la utilizan con cierta frecuencia, aunque solo 300.000 lo hacen casi diariamente.
Corominas ha reclamado también un apoyo para la promoción de las bicicletas eléctricas que convertiría este vehículo en una alternativa de transporte en aquellas ciudades con una orografía complicada, como ocurre en Barcelona.
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