La regatista afincada en El Puerto, Pilar Lamadrid, aspirante a representar a España en los Juegos de París 2024 en iQFoil, clase de vela que debuta en el programa olímpico, ha declarado este lunes que esta disciplina le ha hecho “empezar a ser la deportista" que es "ahora”.
Lamadrid, de 25 años y que afrontará del 26 enero al 3 febrero en Lanzarote el Campeonato del Mundo de la especialidad, en el que buscará la clasificación individual para el torneo olímpico, manifestó a Efe que considera a la isla canaria como su “segunda casa”, al llevar “muchos inviernos” entrenando en esas aguas.
La andaluza añadió que “no siempre se tiene la suerte de poder competir en casa”, en un campo de regatas que le “gusta” porque “da mucho juego”.
Lamadrid calificó la regata de “selectiva para muchos países”, entre ellos España, ya clasificada como nación para París y a falta de conocer cuál será la representante en los Juegos, que se juega la sevillana con la arubeña nacionalizada española Nicole van der Velden.
La actual número 2 del mundo en la disciplina de iQFoil tiene esperanzas de acudir a París 2024, lo que sería un “sueño”, y señaló que tiene “muchísimas ganas” de “vivir una experiencia que no todo el mundo puede”.
La regatista, que practica la vela desde pequeña cuando la introdujo su padre en este deporte, definió la alta competición como “algo muy bonito” en una “conexión con el mar y con el viento”, que le permite “jugar con la naturaleza” a través de la “adrenalina” que le produce echarse al agua.
Sobre la irrupción del iQFoil y su adaptación a esta disciplina, Lamadrid recordó que al principio de su cambio de modalidad le vino el “miedo” y la “incertidumbre” al “decir si esto nuevo sería mejor que lo antiguo o peor”.
La andaluza observó que su “punto fuerte” está “a partir de 15 nudos” y que le “encanta ir rápido” y los “vientos fuertes”.
Dentro de su trayectoria en la vela, deporte en el que acumula ocho campeonatos de España, Pilar Lamadrid destacó su triunfo en el Nacional de iQFoil de 2020, celebrado en El Puerto y en el que venció a las también sevillanas Blanca Manchón, campeona del mundo, y Marina Alabau, campeona olímpica.
“Es el recuerdo más emotivo y con el que he llorado, al poder ganar a mis ídolos delante de mi familia y decir que se puede, que era posible que una generación superase a la otra”, describió Lamadrid, licenciada en fisioterapia para “tener una vida aparte del deporte” cuando decida retirarse de la práctica profesional.
La regatista precisó que en su carrera deportiva hay “mucho esfuerzo detrás” y que siempre ha estado arropada por su familia, un “pilar fundamental” para no rendirse “nunca” y a la que calificó como su “equipo”, resaltando la presencia de su hermano Fernando, con el que entrena y que le ayuda a “intentar llegar al máximo nivel”, subrayó.
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