Los Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, que han designado a sus representantes en Almuñécar, en las personas del alcalde sexitano, Juan José Ruiz Joya, en el joven empresario local, Joaquín Montes Ruiz y en el senegalés y sexitano de adopción, Khadim Sene, han llegado a Almuñécar y han desfilado en una cabalgata compuesta por 9 carrozas y 6 plataformas temáticas, en las que acompañaban a Sus Majestades de Orientes más de 300 personas, que han repartido 3.000 kg de caramelos, 5.800 globos, 4.500 juguetes y 2.200 pelotas
La Escuela Municipal de Música y Danza, Aromar y Elenco Teatro, han puesto luz y color al desfile con una puesta en escena novedosa, que ha llevado por título “La Magia del Mar’” y que se ha desarrollado en dos escenarios callejeros, junto a la estación de autobuses y la rotonda homenaje a los andaluces en la avenida Rey Juan Carlos I, tal y como avanzó el edil de Cultura y Fiestas. Alberto García Gilabert
Durante el desfile los actores han representado dos espectáculos basados en la llegada de los Reyes Magos por mar, en un barco llamado “Estrella de Oriente”. Cuando arriban a tierra, aparecen unos piratas que les arrebatan todos los regalos de los niños de Almuñécar. En esos momentos, aparece “La Sirenita”, que recluta a todos los seres del fondo del mar, y a un séquito de Europa, Asia y África del "Ejército Real de los Magos de Oriente”, venciendo a los piratas y recuperando los regalos, para que Sus Majestades pudieran repartirlos durante la noche de Reyes.
Una multitud de vecinos y visitantes han abarrotado las calles de Almuñécar para contemplar tanto la Cabalgata, que ha tenido un nuevo recorrido, como los dos espectáculos, muy aplaudidos por el público, que no ha dejado de gritar los nombres de Sus Majestades, Melchor, Gaspar y Baltasar, para que les lanzarán caramelos, juguetes y pelotas.
Al finalizar, los Reyes Magos han pedido a todos los niños que se vayan pronto a la cama, para poder repartir los regalos que cada uno ha pedido desde primera hora de la noche y hasta bien entrada la madrugada, no sin antes pedirles que se porten bien y que dejen un poco de leche para los camellos y unos mantecados junto a sus zapatos, para tener fuerza y repartir todos los juguetes.
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