Al hablar del lince ibérico automáticamente se viene a la mente Doñana y toda la labor que desarrollan en el Centro de Cría de El Acebuche. Desde allí llevan años trabajando para aumentar la población de una especie en peligro de extinción pero que ha encontrado en Doñana un feliz hábitat.
Macadamia es el mejor ejemplo de la labor que se desarrolla en El Acebuche. Se trata de una hembra criada de forma artificial en 2015 que ha padecido cuatro fracasos reproductivos anteriormente y que en 2023 ha conseguido sacar adelante por primera vez una camada de dos cachorros tras recibir tratamiento veterinario.
Como explica la página oficial de Facebook del Programa de conservación exsitu del lince ibérico, Macadamia es una hembra de lince ibérico “que ha superado de todo. Desde ser abandonada al nacer hasta enfrentar complicaciones reproductivas, su camino ha sido todo menos fácil. Pero aquí viene lo genial: ¡Este pasado año 2023 por fin hemos conseguido la reproducción exitosa de Macadamia! Y, por fin, hoy es madre de dos cachorras, Uma y Umbría“.
Así, después de un tratamiento innovador, Macadamia logró una gestación completa y dio a luz en el día 65. “Hubo un equipo increíble detrás, cuidando de Macadamia y asegurándose de que todo saliera bien. El tratamiento incluyó suplementos de progesterona y medidas para reducir comportamientos estereotipados. Todo un éxito que no solo es genial para la conservación, sino también para entender cómo la ciencia puede ayudar a especies en peligro de extinción”, explican.
De su historia se da cuenta en el Boletín de Noticias del primer semestre de 2023 de los centros de cría del lince ibérico del Organismo autónomo parques nacionales (OAPN).
“Era una fría noche de marzo del año 2015 cuando en el centro de cría de El Acebuche nació la hembra Macadamia. Desde ese primer día, la vida de este ejemplar ha estado marcada por continuos retos, comenzando con el de sobrevivir esa primera noche tras ser abandonada a las pocas horas de nacer porque su madre desechó a dos de los cuatro cachorros que formaban la camada. Así que Macadamia tuvo que ser criada a base de biberones por el personal del centro durante sus primeras semanas de vida, pero teniendo contacto desde temprana edad con linces adultos, junto a los que fue creciendo para, en la medida de lo posible, reducir los efectos etológicos adversos que tiene sobre la especie la crianza artificial”, se detalla en el boletín.
Macadamia ha sido emparejada en cuatro temporadas de cría diferentes: 2018, 2019, 2020, 2022, todas ellas malogradas, con una infección uterina y tres abortos. El hecho que los abortos se produjeran siempre entorno al día 50 de gestación, hizo proponer a los veterinarios del centro de cría, con el asesoramiento de los especialistas en reproducción del Institute for Zoo and Wildlife Research de Berlín, un tratamiento médico, y con toda esta preparación previa, afrontó en 2023 Macadamia la que era su quinta temporada reproductiva, con ocho años de edad y emparejada con el macho Susurro.
“Lo que ha sucedido finalmente ha superado las expectativas del personal del centro de cría, porque no solo Macadamia, por primera vez, realizó una gestación completa y acabó pariendo su camada en el día 65 de gestación, sino que su comportamiento maternal, siendo una hembra primeriza que suma las deficiencias etológicas de no haber sido criada de forma natural, ha sido magnífico”, explican.
Macadamia tuvo tres cachorros a los que se afanó por proteger desde el primer día, y, si bien uno de ellos no salió adelante y fallecía a las pocas horas de su nacimiento, Macadamia ha sido capaz de sacar adelante a dos hermosas hembras: Uma y Umbría, “con las que ha demostrado poseer unas magníficas cualidades como hembra reproductora”.
Una experiencia con final feliz que se está analizando en detalle para saber “de qué manera el tratamiento farmacológico suministrado ha contribuido al desenlace final de esta bonita historia”.
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