El debate en el último Pleno del Ayuntamiento de Sevilla en el año 2023, celebrado el pasado 21 de diciembre, sobre el proyecto de apartamentos turísticos en el Paseo de Colón acabó convirtiéndose en otro de tipo general sobre las viviendas turísticas en la ciudad y su supuesto impacto en la pérdida de población.
La portavoz de Con Podemos-Izquierda Unida, Susana Hornillo, exigió al alcalde, José Luis Sanz, que use las “herramientas que tiene a su alcance para limitar el número de viviendas turísticas” en el Centro de Sevilla. Por su parte, el alcalde insistió en su tesis de que en el Centro “no cabe ni un apartamento turístico más”. “Estamos esperando, como hemos dicho ya muchas veces, el decreto de la Junta, que está a punto de salir, para ver hasta dónde podemos regular y cómo podemos limitarlos. Tampoco se trata de criminalizar a los apartamentos turísticos; también han traído cosas buenas a la ciudad”, afirmó Sanz, que parece haber moderado su postura sobre los mismos.
“Los apartamentos turísticos, muchos pertenecen a empresas sevillanas o a sevillanos; es verdad que generan poco empleo, pero han traído riqueza a nuestra ciudad y han contribuido al crecimiento económico de la misma. Y si no hubiera sido por esa iniciativa privada, en el Casco histórico habría muchísimas manzanas que habrían desaparecido, porque la Administración no ha estado en eso, por lo que sea. Evidentemente, no son los culpables de la pérdida de población y de que no superemos los 700.000 habitantes”.
Sanz respondió así a las críticas de Con Podemos-IU sobre el hecho de que la ciudad “no para de perder habitantes” y que “la proliferación de alojamientos turísticos en los últimos años ha sido un factor desencadenante en esta pérdida de población”. “Expulsan de sus viviendas a los vecinos de toda la vida y van contagiando a calles y barrios enteros como una epidemia”, añadió la portavoz de este Grupo municipal.
“Son como una onda expansiva que van provocando que los precios de la vivienda suban por toda la ciudad. Usted se comprometió en campaña a no conceder ni una licencia de pisos turísticos más cuando llegara a ser alcalde, pero es que desde que fue elegido la Gerencia de Urbanismo no para de conceder nuevas licencias”, concluyó Susana Hornillo.
Sin embargo, no es cierto, como dice la portavoz del grupo de izquierda, que Sevilla no pare de perder habitantes. De hecho ha ganado 2.769 en el último censo publicado por el Instituto Nacional de Estadística correspondiente al año 203, al pasar de 681.395 a 684.164.
Y tampoco es acorde con la realidad hablar de forma genérica de la proliferación de viviendas turísticas, cuando su número no sólo no se ha incrementado sino que ha bajado desde el estallido de la pandemia en el año 2020 y ahora hay 391 menos.
Obsérvese que entre 2022 y 2023 vuelve a crecer, en 436, el número de viviendas turísticas tras la pandemia, pero ello no se traduce en una continuación de la tendencia de los últimos años a la pérdida de población, ya que ocurre todo lo contrario: Sevilla gana 2.769 habitantes.
Remito al magnífico estudio sobre la vivienda en Sevilla realizado para la Empresa Municipal de la Vivienda (Emvisesa) por Espacio Común Coop con datos en su mayor parte hasta el año 2022 y de los que ofrecí sendos resúmenes el pasado verano, uno sobre las viviendas vacías y otro sobre las viviendas con fines turísticos.
El informe revela que en la ciudad hay 18.002 viviendas deshabitadas, popularmente conocidas como viviendas vacías, pero que ese número se ha reducido en casi 5.000 desde el año 2017. Y no hay que confundir vivienda vacía o deshabitada con vivienda turística, ya que ésta, justamente por tener ya un uso, no entra en tal categoría.
Según los autores, en aquellos distritos con mayor atractivo para el alojamiento turístico, y que podríamos calificar como las zonas históricas y comerciales y en las que los precios de la vivienda son más altos y presentan menores índices de vulnerabilidad urbana, es donde ha disminuido el número de viviendas vacías, habiendo aumentado en todos ellos el número de hogares y sin experimentar un incremento del número de viviendas con finalidad turística.
Éstas no se extienden como una epidemia contagiando a barrios enteros porque tal como refleja el estudio el 80% de las mismas se concentran en el Casco Antiguo y Triana.
En el conjunto de los otros nueve distritos el fenómeno de las viviendas con fines turísticos es casi testimonial, ya que sólo tienen el 20% del total en una ciudad con 323.928 viviendas.
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