La propuesta de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) anunciada por el equipo de gobierno de Partido Popular, que entraría en vigor en 2024 pero que no contempla sanciones durante tres años, no ha convencido ni a colectivos especializados en la movilidad sostenible, como Ruedas Redondas, n a la oposición municipal, ni ala de izquierda ni al partido de ultraderecha Vox.
Así, según señaló a Viva Málaga José Luis Martín, presidente de Ruedas Redondas, “lo triste son tres años sin sanción”, ya que, a su juicio, “el espíritu real del asunto es comernos el mandato sin hacer nada y que se lo coma el siguiente”.
Desde el colectivo ciclista se preparan por lo tanto alegaciones al borrador hecho público por el equipo de gobierno del PP, en las que ya están trabajando “para presentarlas en tiempo y forma, que se coordinan con las del resto de España para que tengan una base jurídica que no puedan rebatirlas por defecto de forma”.
A juicio de Martín, se han perdido cuatro años que se deberían haber empleado en hacer pedagogía, ya que “lo importante de ZBE es convencer a la gente de que cambie de movilidad”. Aunque para ello ve dos necesidades principales: la primera, tener un transporte público que cubra las necesidades de las personas y que sea accesible económicamente con horarios que permitan la actividad laboral y con frecuencia suficiente”, ya que si no es así, “el personal que se va a desplazar a esa zona de bajas emisiones porque no es un barrio sino una zona donde la actividad principal es la hostelería y la gente va a trabajar y cuando se cierra tiene que volver a su casa, pero si no se facilita ese desplazamiento se le genera un problema a la gente”; la segunda cambiar la mentalidad, porque actualmente todo gira alrededor del automóvil, hasta el punto que parece que “si se acaba el coche se acaba la vida”.
Martín insiste en que no se ha hecho campaña de concienciación y en las reuniones sobre el asunto la única preocupación era “cómo llego con mi coche al centro si trabajo allí o si tengo que repartir”. Cuatro años perdidos porque señala que este “es un asunto impopular” pero la obligación de la administración es “decir que es posible, que te puedes mover y es beneficioso” a nivel económico y social y, sobre todo, que no se coarta la libertad por no ir con el coche al centro y garantiza la libertad de quien no tiene coche o no puede conducir”, es decir “se garantiza la igualdad entre todos que es la obligación de la administración”.
Además, considera que la transición al vehículo eléctrico tampoco aporta toda la solución al problema de la contaminación, ya que a su juicio, si Málaga ahora cuenta con un parque móvil de un millón de vehículos, si estos se tuvieran que abastecer con electricidad no habría capacidad para la carga de todos.
Rechazo desde la oposición
Tampoco desde la oposición han lanzado las campanas al vuelo, así, para el grupo municipal socialista resulta "insuficiente" "al no ir acompañada de otras acciones que apuesten por la movilidad sostenible". "Para que de verdad haya un cambio de paradigma en la ciudad, hay que apostar por aparcamientos disuasorios, un parque público de bicicletas o la reordenación de líneas de la EMT que garantice mayor eficiencia en el transporte público. Tenemos que conseguir una migración del coche a motor contaminante al transporte público y no hemos visto ningún anuncio del equipo de gobierno en este sentido", ha criticado el concejal socialista Jorge Quero.
El responsable de Movilidad en el grupo del PSOE ha lamentado que estas medidas no se hayan puesto en marcha al mismo tiempo que la ZBE: "Si un vecino de Rincón de la Victoria, Torremolinos o Alhaurín de la Torre tiene que dejar el coche en casa, ¿qué opción de transporte público metropolitano eficiente, rápido y eficaz puede utilizar? ¿Qué aparcamiento disuasorio que complemente con la EMT o vehículo sostenible puede usar para llegar al centro?", se ha preguntado.
"Una vez más, el alcalde llega tarde y con medidas insuficientes para dar solución al cambio de paradigma de la movilidad y la lucha contra el cambio climático", ha criticado el edil en la oposición.
Por su parte, Toni Morillas, portavoz de Con Málaga, aseguró que la propuesta de Zona de Bajas Emisiones anunciada por el equipo de gobierno "vuelve a dejar clara la falta de compromiso del equipo de gobierno del PP con la lucha efectiva contra la emergencia climática". Así, señalan que tras el inexplicable retraso de más de un año en relación con su entrada en vigor, "ahora en lugar de fortalecer el transporte público y avanzar en alternativas para la movilidad sostenible, opta por un modelo de aplicación sin eficacia, ya que en la práctica va a suponer que la inmensa mayoría de los vehículos pueda circular sin restricciones por el Centro durante los próximos años".
Morillas considera que "el alcalde no entiende nada de lo que busca esta normativa: se trata de pacificar el tráfico y disminuir emisiones, no de dejarlas igual, ni de trasladar las emisiones contaminantes de la zona centro a la Carretera de Cádiz. De la Torre está distraído, más ocupado en el postureo verde, que en medidas efectivas de fomento del transporte público en detrimento del vehículo privado. Y ahora se le acumula el trabajo en materia de movilidad sostenible".
Por último, el grupo municipal de Vox en el Ayuntamiento de Málaga da una vuelta de tuerca más a la falta de ideología medioambiental ya que considera que la implantación de la ZBE en la capital "carece de rigor y sensatez". Así se pronunció la formación de ultraderecha a través de su portavoz, Antonio Alcázar, que, en un comunicado, señala que "Málaga, con su aire de buena calidad y sin graves problemas de tráfico, no necesita esta medida. La gradualidad en su aplicación conlleva un impacto negativo principalmente en las clases medias y trabajadoras, quienes se ven forzados a acceder a vehículos impuestos por intereses particulares y económicos".
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