Íbero pesa unos once kilos y se encuentra en perfecto estado de salud pese a lo cual se le realizarán diversos exámenes médicos antes de volver a la naturaleza en una de las zonas de reintroducción de esta especie previstas en el Programa de Conservación de Lince Ibérico en Andalucía, informó ayer en un comunicado la Consejería de Medio Ambiente.
Éste es el noveno lince ibérico que pasa por las instalaciones del CREA granadino, ocho procedentes de Sierra Morena y uno de Doñana.
El CREA ha remodelado sus instalaciones para que los linces ibéricos puedan disponer de espacio suficiente para cazar pues según su director, José María Irurita, “estos animales precisan espacios amplios, con una zona a cielo abierto para correr y otra cerrada para descansar”.
Respecto a la alimentación, “el lince caza al acecho” de modo que “se agazapa en zonas de matorral, se acerca sigilosamente a la presa y, en el último momento, da el salto y la captura”.
Los linces que han pasado por el CREA han tenido que ser tratados de lesiones o enfermedades sufridas en libertad, como heridas provocadas por otros linces o casos de ceguera que les impiden cazar, y otros, como Íbero, han ingresado para ser sometidos a chequeos médicos sanitarios previos a su liberación.
En otro caso también se trasladó a un lince a Granada para que se le instalara el collar radioemisor, un sistema que permite realizar el seguimiento de los ejemplares.
Sobre la suelta en libertad de estos ejemplares, el IV seminario internacional sobre la conservación del lince ibérico, que se inaugurará el 10 de noviembre en Córdoba, orientará las reintroducciones de este felino en la naturaleza que se van a acometer próximamente tras la desarrollada este año de forma experimental en Guadalmellato (Córdoba).
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