Andalucía

Operación Sumar: el trampolín de Yolanda Díaz que acabó con Podemos en el Grupo Mixto

En Podemos no ocultaban su temor a que el plan de Yolanda Díaz fuera ningunear a la formación morada y absorberla dentro de una amalgama de partidos

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  • Yolanda Díaz. -

Yolanda Díaz ha conseguido consolidar su proyecto político Sumar y repetir el Gobierno de coalición con Pedro Sánchez en un año que acaba con Podemos en el Grupo Mixto del Congreso, aunque con cinco escaños que han subido su precio ahora que ya no tienen que rendir cuentas a nadie.

La ruptura de los de Ione Belarra con Sumar se veía venir. En Podemos no ocultaban su temor a que el plan de Yolanda Díaz fuera ningunear a la formación morada y absorberla dentro de una amalgama de partidos en la que su papel quedara descafeinado. La exclusión de Irene Montero, primero de las listas electorales, y después del Gobierno, fue la gota que colmó el vaso.

Fuera del Gobierno, Podemos ya no tenía ningún motivo por el que mantener una alianza que ha estado desde el principio sostenida con alfileres, aunque al entorno de la vicepresidenta segunda le cogiera por sorpresa porque se esperaba que los morados aguantarían hasta los preparativos de las europeas de junio para descolgarse.

Tienen ya su candidata, la exministra de Igualdad, en la que han puesto todas sus esperanzas para intentar reflotar el partido, ya que en las otras dos convocatorias que hay con las urnas en 2024 -en Galicia y País Vasco- no tiene posibilidades de sacar la cabeza. Aparte, está por ver si concurren o no con Sumar.

Con esa ruptura, ya oficial, que les pone en el disparadero del transfuguísmo culmina una tortuosa relación con Yolanda Díaz desde que ésta fue elegida a dedo por Pablo Iglesias como su sucesora tras dejar el primer Gobierno de coalición en 2021.

En lugar de plegarse a la tutela de Podemos, Díaz transitó por su propio camino, el de Sumar, dejando al margen a los morados, lo que ahora ha llevado a Iglesias, que nunca ha perdido su influencia en el partido y la ejerce ahora desde su canal de televisión online, a admitir que se arrepiente de haber entregado "tanto poder" a la gallega.

Yolanda Díaz puso en marcha su candidatura transversal y sin siglas el 2 de abril con grandes expectativas que patinaron en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo al retroceder las fuerzas que apoyaban en principio la propuesta electoral de la ministra de Trabajo.

Algunas, como Podemos, se hundieron en estos comicios y perdieron así su capacidad de negociar las condiciones de integración en Sumar, pero también retrocedieron otros partidos de la izquierda alternativa, como los comunes, Compromís o Más Madrid, muy volcados con los planes electorales de Díaz.

Con el adelanto inesperado de las generales al 23 de julio, Díaz tuvo que acelerar para poner en marcha su candidatura y poner de acuerdo a una quincena de formaciones incluida Podemos, que se incorporó a la coalición muy a su pesar y arrastrando el veto a Irene Montero, que ha sido el veneno de la relación entre las dos partes hasta la ruptura final.

En las elecciones generales Díaz tampoco tuvo el debut esperado. Se quedo en la cuarta posición, por detrás de Vox y con 31 escaños, cuando Unidas Podemos había conseguido 35 diputados en las elecciones anteriores de 2019.

Otro motivo para que la formación morada se sintiera avalada en sus exigencias de querer tener más fuerza en una coalición en la que veían coger protagonismo a figuras vinculadas al primer Podemos y próximos a Iglesias en otra época, y en la que creen que nadie va a forzar al PSOE a hacer verdaderas políticas de izquierda.

Pese a todo, Yolanda Díaz, con la buena sintonía con Pedro Sánchez de la que hace gala, logró entrar en el Gobierno manteniendo la cuota de cinco ministros (Trabajo, Cultura, Sanidad, Juventud e Infancia y Derechos Sociales).

Podemos sobrevivió en los comicios con cinco diputados (Ione Belarra, Lilith Verstrynge, Javier Sánchez Serna, Martina Belarde y Noemí Santana).

Pero lo que no salió indemne fue la convivencia interna: Sumar les dejó sin portavocías adjuntas (tampoco la tienen IU ni Más País) y sin ningún ministro, y eso hizo saltar todo por los aires y acabó con 'los cinco de Podemos' en el Grupo Mixto.

Ahora con voz propia y con las manos totalmente libres para ejercer su voto, Podemos recupera la visibilidad y capacidad de influencia en su momento más bajo, cuando les queda un mes para cumplir una década de existencia y después de llegar a tener 69 escaños en las primeras elecciones generales a las que concurrieron en 2015 impulsados por el 15M y el malestar social

Si bien Belarra se ha comprometido a no boicotear la legislatura, pueden si quieren complicarle mucho la existencia al Gobierno de Sánchez, que ahora tendrá que volver a negociar de tú a tú con Podemos muchas de las iniciativas que quiera sacar adelante, y cuyos votos necesita igual que los de las fuerzas independentistas.

No obstante, la ruptura de Podemos con Sumar también ha provocado la salida de muchos cuadros de la formación morada en los territorios que no comparten la estrategia de la actual dirección, a la que algunos reprochan someterse a los dictados de Pablo Iglesias.

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