"Lo siento por las víctimas. En ningún momento yo las he agredido. El agresor ha sido 'Poti', cien por cien. Aquí, en el juicio, todo es José Arcadio, José Arcadio... Repito que lo siento por ellas y el autor material es 'El Poti'."
Con estas palabras cerró 'El Melillero' su última intervención en el juicio que ha quedado este viernes visto para sentencia en la Audiencia Provincial de Málaga, en donde se sentó como acusado por la Fiscalía, y las acusaciones particular y popular, de dos delitos de asesinato en grado de tentativa, además de amenazas graves, malos tratos habituales y acoso a su ex pareja sentimental Sandra y a su amiga, Cristina.
El Melillero', que pidió también disculpas al presidente la Sección Octava de la Audiencia Provincial, el magistrado Pedro Molero, a quien llamó durante una de las sesiones "prepotente", justificandolo porque "estaba un poco nervioso", se enfrenta a más de 45 años de cárcel y 27 años de alejamiento de sus víctimas.
Durante la sesión de conclusiones definitivas, su abogado Marcos García Montes atribuyó la autoría del lanzamiento del ácido a Juan Jóse G. R., alias 'Poti', que acompañaba aquel 12 de enero de 2021 en el municipio de Cártama a 'El Melillero'.
El letrado madrileño recordó que pese a que el primero ha cambiado su declaración en la vista oral negando su autoría, durante la fase de instrucción en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 3, "habían restos del ácido en la parte exterior e interior del copiloto", en este caso ocupado por 'Poti', que confirmarían que fue el único agresor material. Y a ello añadió que Juan José G. fue atendido días después por heridas de quemaduras en las manos.
"El retrato de Juan José G. parece el de una persona inmisericorde, casi, casi, un monje... Pero habrá que recordarle que fue condenado por tenencia ilícita de armas a dos años de prisión, y por maltrato y lesiones", señaló el abogado de 'El Melillero', para quien trata de reducir la calificación de los hechos: de tentativa de asesinato a delito de lesiones graves.
Respecto a lo sucedido con la ex novia de José Arcadio, García Montes dijo que "lamentamos los incidentes porque siempre hemos dicho que son miserables aquellos que en la India, habitualmente por temas familiares, arrojan ácido en la cara de las personas. Es execrable en la India, en Rusia o en China", apostilló el letrado, mientras mencionaba al mismo tiempo jurisprudencia del Tribunal Supremo en la que se considera que atacar con este producto no supone pretender acabar con la vida de la víctima.
Por el contrario, la Fiscalía señaló en su informe definitivo que las forenses dictaminaron esta semana que el producto derramado sobre el cuerpo comportaba "un riesgo vital" para las personas, y que si las dos jóvenes no hubieran recibido atención rápida podrían haber visto peligrar su vida.
Para el Ministerio Público está claro que fue 'Poti' el que lanzó el bote desde el coche de 'El Melillero', dando credibilidad a su declaración de hace ahora dos años, en la que asumió presiones de José Arcadio para 'comerse este marrón'.
Al contrario que su colega -con el que hoy día mantiene fuertes diferencias-, Juan José G. R. volvió a reiterar en su última palabra ante el tribunal que era inocente. "Yo no he tirado nada, ni tenía planeado nada tampoco", dijo.
Su abogada de oficio describió a 'Poti' como una víctima de José Arcadio. "Es una persona que estaba sometida a presión y miedo, después de que acababa de salir de la cárcel seis meses antes. Juan José no ha tenido suerte en la vida, y se sometió a las directrices de José Arcadio, al que vio como una persona que llevaba un alto nivel de vida".
RESPONSABILIDAD POR COMPRAR EL LÍQUIDO CORROSIVO
Por su parte, el joven procesado, David M. A. a quien la Fiscalía responsabiliza de haber comprado el ácido sulfúrico por indicaciones de 'El Melillero', dijo en su última intervención que "no sabía para qué iba a ser el bote, porque de haberlo sabido jamás lo hubiera llevado".
Su letrada defensora remarcó que el joven pensó que cuando 'El Melillero' le encargó comprar el ácido era porque "podía ser utilizado para borrar huellas". El producto se adquirió en un comercio de Xativa (Valencia) después de que Víctor facilitara su teléfono, la tarjeta de crédito, un correo y la dirección de entrega en Marbella.
Según la Guardia Civil, el joven colaboró al ser detenido con los agentes para realizar el volcado de los datos de su móvil y la identificación de la compra por internet.
Tanto para las defensas como para dos de las acusaciones (la pública y la de Sandra y Cristina) fue significativo que la letrada de la acusación popular, que ejerce la Asociación Clara Campoamor, retirase 24 horas antes del final del juicio la petición de cárcel contra Víctor M. A.
"Nosotros como acusación no entendemos la complicidad de todos los procesados para atacar a Sandra y Cristina, y no podemos interesar penas de prisión para todos a mansalva. Ha sido una decisión muy difícil, y de alguna manera cuatro procesados no tenían conocimiento de las intenciones de José Arcadio", justificó la abogada de Sevilla.
A este respecto, la defensa de Víctor sí mostró su rechazo respecto a la acusación de la Fiscalía por la 'colaboración' del joven en el encargo de 'El Melillero'. "No estamos de acuerdo con la tesis del Ministerio Público sobre su 'ignorancia premeditada'. ¿Por qué tenía que saber el destino del ácido y, sino, por qué lo tenía que intuir?", se cuestionó la letrada, a la vez que reclamaba la absolución de este joven que ha trabajado de albañil y ha permanecido varios meses en prisión preventiva por estos hechos.
Este procesado, de 27 años, es el único que no cuenta con antecedentes penales. Los otros cinco anteriores acusados arrastran un historial con sentencias diferentes, ya firmes, por tráfico de drogas, lesiones, delitos contra la seguridad vial, conducción temeraria, desobediencia, receptación o tenencia ilícita de armas.
Uno de ellos, David G. T., reconoció ser amigo de 'El Melillero' pero negó haber recibido órdenes de 'El Melillero' para ocultar pruebas como el vehículo. "Si hubiera sabido las intenciones de José Arcadio habría intentado pararle, pero en ningún momento le apoyé ni para esconder ninguna prueba", dijo.
Finalmente, el abogado de Mohamed E. A. acusado de colaborar en la destrucción de pruebas del turismo que utilizó 'El Melillero', cuestionó la instrucción de la causa señalando que "aquí hay personas que tenían que haber venido de testigos y no como acusados". Este procesado ha estado 18 meses en prisión y la Fiscalía solicita para él 34 años de cárcel.
Su defensor recordó al tribunal las dudas que hay sobre su cliente en la identificación de las cámaras del aparcamiento de la Cruz del Humilladero, donde se dejó el vehículo, que fue luego trasladado días después por este acusado, "sin saberlo", hasta Badajoz.
Y concluyó remarcando a los magistrados el proverbio inglés que "ni cien conejos hacen un caballo, ni cien presunciones constituyen una prueba".
Las partes esperan que la Audiencia de Málaga dé a conocer la sentencia, con probabilidad, antes de final de año.
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