Según fuentes del caso, el juzgado de instrucción 16 de Sevilla mantiene bajo secreto de sumario la investigación, abierta por denuncia del propio sacerdote, quien aseguró haber pagado ya 90.000 euros en distintas entregas a los extorsionadores.
La denuncia se presentó hace unos días pero los hechos ocurrieron en abril o mayo pasado, cuando el cura invitó a su casa a dos hermanos rumanos y permitió al mayor de ellos darse una ducha en su cuarto de baño, dado que tienen escasos recursos económicos.
Según la versión de los rumanos, en ese momento el sacerdote ofreció al menor de los hermanos, de 17 años, mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, a lo que se negó, y entonces el cura le amenazó con llamar a la Policía y denunciarles por robo.
El joven accedió entonces, según su propia versión, y en el momento en que estaba siendo objeto de tocamientos de índole sexual su hermano mayor salió de la ducha y grabó la escena con un teléfono móvil, en unas imágenes que han sido entregadas al juez.
El sacerdote, por su parte, niega los abusos y sostiene que el joven rumano se introdujo en su habitación cuando él había ido a cambiarse de ropa.
Tras la denuncia, el juez ordenó la semana pasada el encarcelamiento del hermano mayor y de otro joven rumano que participó en las extorsiones, mientras que el menor fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores, que decretó su ingreso en un centro.
Tras este ingreso, el padre del menor presentó la semana pasada una denuncia contra el sacerdote por abusos sexuales que aún no ha sido turnada a ningún juzgado.
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