El municipio de Vélez-Málaga aplica desde el verano cortes de agua a causa de la sequía, unas restricciones que han ido a más en las últimas semanas y que afectan al día a día de vecinos y empresarios, que denuncian los perjuicios personales y económicos que genera esta situación, contra la que exigen medidas de urgencia.
Los vecinos de esta localidad de la Axarquía malagueña sufren la interrupción del suministro desde las nueve de la noche hasta las ocho y media de la mañana, aunque el Ayuntamiento ya ha advertido que los cortes podrían ir a más si el consumo de agua de los hogares no se reduce significativamente.
Durante casi doce horas, pues, los vecinos que no cuentan con un aljibe abren el grifo y en el mejor de los casos lo único que obtienen es un fino hilo de agua: no pueden lavarse, cocinar o fregar, y la situación es especialmente preocupante en el caso de los comercios y la restauración, que ven gravemente limitada su actividad.
"A mi me está afectando muchísimo, la verdad. Yo vivo en una casa particular y no tengo depósito: salgo de trabajar a las tres de la mañana y cuando llego no me puedo duchar. De algún sitio tendrán que darnos una solución", lamenta a EFE la veleña Inmaculada Castillo.
La suerte de tener aljibe
Como ella, muchos vecinos de la localidad que llevan meses padeciendo esta situación enumeran las dificultades que tienen para realizar actividades diarias tan básicas como asearse, lavar la ropa, fregar el suelo o tirar de la cadena del váter.
"Desde la semana pasada hasta el día de hoy se van ampliando paulatinamente los horarios de corte, cada vez se agrava más la situación", explica José Antonio, que tampoco cuenta con aljibe, una solución que sí está ayudando a muchos otros vecinos a sortear los problemas derivados de las interrupciones de suministro.
"Si continúa la escasez de agua obligarán a tener aljibe a todo aquel que pueda, pero todo el mundo tampoco lo podrá tener", ya que se requiere de "cierto nivel adquisitivo para poder hacer esa instalación", señala José Antonio.
José Martín, carnicero, sí dispone de un depósito con capacidad de mil litros de agua, lo que le está permitiendo desarrollar su trabajo con normalidad.
"Este problema ya tendría que estar arreglado en una localidad como es Vélez Málaga, bien con una desaladora u otros medios que tenían que haber previsto", apunta Martín.
Una sequía excepcional
Los cortes de agua se han incrementado en Vélez-Málaga ante la situación excepcional de sequía que atraviesa la región. El pantano de La Viñuela apenas suministra ya agua a Axaragua, la empresa de la comarca que potabiliza los recursos hídricos del pantano, al estar éste al 7,7 % de su capacidad.
"Actualmente se ha reducido el suministro procedente del embalse de La Viñuela hasta los 30 litros por segundo, y eso significa que el aporte íntegro del embalse es para suministrar a los pueblos del Valle de Benamargosa, y a nosotros ya no nos llega apenas nada", explica el consistorio.
El Ayuntamiento ha trasladado a sus vecinos la "imperiosa necesidad de ahorrar agua en casa", después de que en el mes de octubre tan sólo consiguieran reducir el consumo un 8 % con respecto a octubre de 2022, no siendo suficiente con respecto al objetivo marcado por la Junta de Andalucía del 20 %.
En los hogares y casas particulares es donde menos se ha logrado ahorrar. En concreto, el consumo en edificios municipales cayó un 54 % en octubre respecto al año anterior, los grandes consumidores lo redujeron un 17 % y los hogares tan solo un 4 %.
"La población se tiene que concienciar que el recurso que tenemos en esta zona está muy limitado y que, o lo gestionamos bien y hacemos buen uso de ese recurso, o el problema irá cada día más porque no tenemos capacidad", subraya el Ayuntamiento, que recalca que trabaja para minimizar las pérdidas y fugas de agua y para poner en marcha fuentes de suministro propias para paliar los efectos de la sequía.
La situación de los comercios
En Vélez-Málaga, el suministro varía en función de la zona y empeora una situación ya insostenible para algunos vecinos como Lucía, del barrio de Velesol, donde denuncia que comienza a recibir agua sobre las tres o cuatro de la tarde y sufre nuevamente cortes sobre las 20:00 horas.
"Yo comprendo que no hay agua, que estamos en sequía, pero hay otras zonas de Vélez que sí tienen agua y nosotros aquí no tenemos y no sabemos por qué. Te cobran 24 horas y te dan cuatro horas escasas de suministro", critica Lucía.
La grave escasez de recursos hídricos preocupa más si cabe a responsables de negocios como peluquerías, cafeterías y restaurantes, que necesitan agua para preparar comidas, hacer cafés, fregar los platos o lavar cabezas.
María Eugenia Moragas, propietaria de una cafetería en el casco antiguo, cuenta que les cortan el agua "muy temprano" por la noche y que a menudo no les llega hasta las diez de la mañana, pese a estar abiertos desde las 8:30 horas, lo que provoca que hayan perdido "muchos clientes" que no podían tomar su primer café.
"En el casco antiguo no hay otra cafetería y los pobres abuelos que vienen es porque no pueden caminar hasta abajo por un café. Vélez se muere, el casco antiguo se muere. No tenemos ni una alternativa. La única sería cerrar el negocio", asegura esta vecina.
Una situación similar vive Katia, la dueña de un restaurante en el centro de la localidad, que sufre a diario la "pérdida de venta" y denuncia el "desgaste" de la maquinaria por falta de agua y la poca limpieza que puede hacer en el local durante las últimas horas del día.
"Nosotros cerramos con todo el bar sin poder fregar un plato, sin poder poner un lavavajillas, sin desinfectar nada, dejándolo todo para la mañana siguiente". Lo peor de todo, afirma, es que como no llueva pronto de forma abundante no se atisba una solución en el corto plazo.
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