El 9 de noviembre, fecha en la que se conmemora el trabajo del neumólogo italiano Achille Visconti, pionero en la definición de la silicosis, se ha convertido en una jornada de lucha y conciencia. La Asociación de Marmolistas de Toledo y Madrid (AMTM), junto a la Federación Española de Asociaciones de Marmolistas (FEDESMAR), se suma por cuarto año consecutivo a esta causa, destacando la peligrosidad de la enfermedad que, desde finales de los años 90, sigue azotando a las marmolerías españolas.
Con la ciencia aún buscando soluciones y la enfermedad reclamada como la más letal en la historia de las actividades laborales, AMTM y FEDESMAR buscan sensibilizar sobre el grave impacto de la silicosis. Los estudios científicos recientes han sido concluyentes al afirmar la naturaleza cancerígena del polvo de sílice respirable, un hallazgo que la Directiva (UE) 2017/2398 ha incorporado, marcando un antes y un después en la regulación de riesgos laborales.
Sin embargo, este año, la jornada de sensibilización se ve marcada por la controversia que rodea al Grupo Cosentino, empresa líder en la producción de superficies para la arquitectura y el diseño, que se encuentra en medio de un torbellino judicial. Cosentino ha sido objeto de duras críticas y acciones legales por parte de trabajadores y empresarios marmolistas, quienes han padecido las consecuencias de la exposición al polvo de sílice contenido en productos como el Silestone.
La compañía, que recientemente celebró un acuerdo para reconocer un plus económico a los trabajadores expuestos al riesgo del polvo de sílice, se ve enfrentada a una creciente desaprobación. El Juzgado de Instrucción 2 de Huércal-Overa investiga atrasos en el diagnóstico de la enfermedad, mientras que una sentencia en Vigo condena al presidente del grupo por silicosis desarrollada en trabajadores de la empresa Granitel. Cada vez queda menos poco para conocerse el fallo del Juzgado de lo Penal Número 5 de Bilbao que ha investigado la demanda interpuesta por varios trabajadores de Durango (Vizcaya) que denunciaron a la empresa marmolista Novogranit en la que habían trabajado y a Cosentino, como distribuidora del Silestone, por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones imprudentes.
En esta ocasión la empresa andaluza no logró evitar el banquillo, como ha ocurrido en ocasiones anteriores. La última la hemos conocido a través de una sentencia dictada por el Juzgado de lo Social Número 3 de Córdoba. Se trataba de un caso en el que una de las partes demandadas inicialmente, Cosentino, ya no figuraba en el listado de denunciados. La empresa fabricante de mármol, granito y Silestone, con sede en Almería, había optado en octubre de 2022 por evitar los tribunales y alcanzó un acuerdo con el trabajador de una marmolería que denunció tras contraer la enfermedad de la Silicosis. Tras el abono de 100.000 euros se acordó la “suspensión del juicio” contra Cosentino y Francisco Martínez Cosentino, presidente del Grupo Cosentino desde 1979.
El Comité de Empresa y la dirección del Grupo Cosentino alcanzaron un acuerdo colectivo en el que se reconoce un plus económico de todos aquellos trabajadores que desempeñan su actividad laboral en un puesto donde exista un riesgo potencial de exposición al polvo de sílice. El acuerdo ha sido celebrado por el Comité de Empresa de Cosentino Industrial, quienes expresaron su satisfacción por el trabajo realizado para lograr este reconocimiento. Cosentino ha intentado mitigar la crisis generada por estas condenas anunciando que reducirá en un 10% el contenido de sílice cristalina en sus productos. Sin embargo, esta medida ha sido criticada por ser insuficiente, ya que el Silestone sigue siendo considerado un material peligroso para la salud de los operarios. La Federación Española de Marmolistas ha señalado que las empresas del sector no tenían conocimiento de los riesgos para la salud asociados con los aglomerados de cuarzo, como el Silestone. Afirman que la información proporcionada era insuficiente y que los servicios de prevención no tomaron las medidas necesarias para advertir y prevenir los riesgos.
RÉPLICA DE COSENTINO
Cosentino ha querido manifestarse respecto de esta noticia y sobre la percepción de la severidad de la silicosis, Cosentino subraya que "no se puede afirmar que la silicosis sea la enfermedad ‘más letal en la historia de las actividades laborales’". Afirma que tal afirmación no se sustenta en estudios científicos, sino que refleja la opinión de la AMTM y FEDESMAR, quienes han sugerido que "es probablemente la más letal". Por ello, esta declaración debe entenderse como un punto de vista de dichas asociaciones, no como un hecho confirmado.
En cuanto a la implicación legal de la empresa, Cosentino aclara que "no se encuentra en medio de un ‘torbellino judicial’", enfatizando que la empresa solo espera el fallo de un juzgado de Durango y no tiene ninguna otra causa abierta de la misma naturaleza. Sobre la causa de Húercal-Overa, Cosentino indica que "no es parte investigada", y que la querella se dirige a los sistemas de prevención y a algunos facultativos, no a Cosentino.
En el contexto del acuerdo en Córdoba, la empresa destaca que no buscó "evitar los tribunales", sino que su decisión de satisfacer una indemnización refleja su "compromiso con los afectados por esta enfermedad profesional". La persona afectada no trabajaba directamente para Cosentino sino para un taller independiente.
Finalmente, en relación con los contenidos de sílice en sus productos, Cosentino especifica que no ha anunciado "que reducirá un 10% el contenido de sílice cristalina de sus productos". En cambio, la compañía informa de que ha estado invirtiendo en I+D con el fin de reducir el porcentaje de sílice, y que "todos ellos tienen un porcentaje máximo de sílice del 40%" y que en algunos productos ha logrado reducirlo hasta el 10%. Cosentino tiene como objetivo "conseguir limitar al 10% el contenido de sílice de toda su producción en los próximos años".
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