Más de 3.000 gazatíes que se encontraban en Israel con permiso de trabajo fueron expulsados por las autoridades israelíes y enviados a la Franja de Gaza el viernes en medio de la guerra entre el grupo islamista Hamás, informó la ONU este sábado.
"El 3 de noviembre, 3.026 trabajadores palestinos que habían quedado varados en Israel y Cisjordania desde el inicio de las hostilidades fueron devueltos a Gaza a través del cruce de Kerem Shalom", un cruce fronterizo en el extremo sur de la Franja, cerca de Egipto, indica un comunicado de OCHA, la agencia humanitaria de Naciones Unidas.
"Las autoridades israelíes los mantuvieron bajo custodia durante la mayor parte del período, presuntamente interrogándolos y sometiéndolos a malos tratos", denunció la agencia.
Consultados por EFE, ni el Gobierno ni el Ejército de Israel ofrecieron información al respecto.
Los más de 3.000 gazatíes llegaron exhaustos y deshidratados al sur de la Franja de Gaza, una zona que enfrenta una profunda crisis humanitaria por el desplazamiento de unos 1,5 millones de personas, el colapso de hospitales y la escasez de agua potable, alimento, medicinas y energía eléctrica, en medio de los constantes bombardeos israelíes.
Entrevistados por EFE, estos palestinos -que fueron marcados con un brazalete numerado en el tobillo- denunciaron que las autoridades israelíes los arrestaron sin cargos, los mantuvieron incomunicados, sin alimento suficiente, bajo maltratos físicos y psicológicos, y les robaron sus pocas pertenencias antes de que los transportaran en buses hasta la frontera con los ojos vendados y las manos atadas.
Unos 18.500 palestinos de Gaza tenían permiso de trabajo en Israel, según cifras de COGAT, organismo militar que controla los asuntos civiles en los territorios ocupados.
Tras estallar la guerra entre Israel y Hamás, el 7 de octubre, muchos de ellos se vieron desplazados a Cisjordania ocupada mientras que al menos 4.000 fueron detenidos y sometidos a interrogatorios para dilucidar si alguno estaba relacionado con el grupo islamista.
Según organizaciones humanitarias, estos miles de gazatíes vieron sus permisos revocados y fueron recluidos en bases militares y la prisión de Ofer, en Cisjordania ocupada, lo que consideraron "un acto ilegal de venganza".
"Israel está cortando todo contacto con Gaza. No habrá más trabajadores palestinos de Gaza. Los trabajadores de Gaza que estaban en Israel el día del estallido de la guerra serán devueltos a Gaza", indicó el Gabinete de Seguridad de Israel en un comunicado difundido la noche del jueves.
Hamás perpetró un ataque contra Israel el 7 de octubre que dejó más de 1.400 muertos y marcó el inicio de una guerra que ha dejado más de 9.250 palestinos muertos en la Franja de Gaza, la mayoría niños y mujeres.
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