La memorable interpretación de Humphrey Bogart en "Casablanca" no recibió el Óscar en 1944, como auguraban todas las quinielas, y la estatuilla recayó en Paul Lukas, un actor de origen húngaro que, pasado el tiempo, pidió reposar para siempre en Benalmádena , donde había residido más de quince años.
La sorprendente figura de Lukas (1894-1971) fue descubierta por el dramaturgo Carlos Zamarriego cuando paseaba por el Cementerio Internacional de Benalmádena y encontró una lápida con la inscripción "Paul Lukacs. Actor", con el apellido de nacimiento antes de que se americanizara al llegar a Hollywood.
"Empecé una investigación, en la que he hablado con gente que le conoció en la Costa del Sol, pero al principio nadie sabía qué hacía Lukas ahí", explica en una entrevista Zamarriego, que este lunes ofrece una conferencia sobre el actor en el Festival Internacional de Cortometraje y Cine Alternativo de Benalmádena (FICCAB).
"Esto es como si dentro de cincuenta años descubres en el cementerio de tu pueblo la tumba de Brad Pitt. Este tío es lo mismo, un 'sex symbol' de los años 30 después de haber empezado en el cine mudo y de mudarse a Hollywood en 1927".
Su llegada a Hollywood
Al llegar a la meca del cine, "aprendió inglés en seis meses y su acento europeo, suave y educado gustaba mucho allí", por lo que solía hacer papeles de galán.
"Después se quedó calvo pronto y la Paramount le obligaba a que apareciera en las fotos siempre con peluquín y a que, cuando le fotografiaban en la calle, tuviera siempre cubierta la cabeza", apunta Zamarriego.
Con su trabajo en "Alarma en el Rhin", no solo le ganó el Óscar al mejor actor a Bogart, sino también a Gary Cooper ("Por quién doblan las campanas"), a Mickey Rooney ("La comedia humana") y a Walter Pidgeon ("Madame Curie"), algo que rompió todos los pronósticos.
"Se dice que, cuando iban a decir el ganador del Óscar, Humphrey Bogart se levantó sin darse cuenta de que habían dicho el nombre de Paul Lukas", según Zamarriego.
Dos películas "primas hermanas"
Se da la circunstancia de que "Casablanca" y "Alarma en el Rhin" eran dos películas "primas hermanas, ambas de 1943, de la Warner y del mismo productor, Hal B. Wallis, y rodadas casi al mismo tiempo", pero la primera "ha crecido con el tiempo, mientras que la de Paul Lukas está casi olvidada".
Ello pese a que entonces la "apuesta intelectual" de la Warner era "Alarma en el Rhin", frente a un título "más de aventuras y de entretenimiento" como "Casablanca", que llegó a los Óscar con ocho nominaciones, entre ellas las de mejor película, mejor director y mejor guion, que sí ganó.
Lukas rodó la película tras hacer en Broadway más de doscientas representaciones de la obra teatral en la que estaba basada, que quería "denunciar cómo los americanos estaban impasibles ante el avance del fascismo en Europa", y el actor "se sabía su papel al dedillo".
Después, en los años 50, trabajó en un clásico de Disney como "20.000 leguas de viaje submarino", se mantuvo en activo "como una especie de secundario de lujo" y su llegada a la Costa del Sol está documentada en 1956.
Una Costa del Sol virgen
Residió en varias casas de Torremolinos, en los años de la incipiente Costa del Sol, todavía virgen antes del "boom" turístico y de la proliferación de hoteles, y donde encontró además una colonia de expatriados húngaros.
A Lukas le sorprendió la muerte cuando estaba de viaje en Tánger, al parecer a causa de un infarto, pero había dejado clara en su testamento su voluntad de ser enterrado en la localidad malagueña.
"Muere en 1971 en circunstancias poco claras. Estaba en Tánger con su segunda esposa, que murió allí, y él también murió al día siguiente por el impacto", explica Zamarriego.
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