La Organización de Productores Pesqueros Artesanales Lonja de Conil/La Atunara (OPP72) junto con la Cámara de Pesca del Mediterráneo de Tánger, pescadores de Conil, Barbate y Marruecos, científicos, jurídicos y ONGs ambientalistas han celebrado el II Encuentro de profesionales de pesca artesanal de Marruecos-España, los días 10 y 11 de octubre en la nave de la sal en Conil de la Frontera.
Nicolás Fernández gerente de OPP72 ha señalado que este encuentro ha servido para poner en relieve un dato curioso: “entre los representantes del sector pesquero de ambas orillas se señala que la debilidad es la disminución alarmante de determinadas especies habituales como el voraz, el sable, la gallineta y la cherna, entre otros”. Esta disminución significativa se contrapone al aumento de 2 especies, una es el alga invasora y la otra el atún rojo, que la flota artesanal no puede pescar y una parte de ese atún rojo ya no es migratorio, sino que se queda en nuestras aguas permanentemente.
Fernández ha afirmado que al sector “nos preocupa la dejadez política en este asunto, hace falta que la UE se ponga en marcha a trabajar con los gobiernos de España y Marruecos para dar solución a los problemas que existen en las aguas del Estrecho de Gibraltar, porque es un espacio muy pequeño, estamos hablando de la autopista marítima más importante del mundo, y hay que tener una gestión compartida de estos recursos, ya que los peces no entienden de fronteras”.
Este grupo específico ha sentado las bases para la elaboración de un plan de gestión de recursos compartidos del Estrecho de Gibraltar, para que estas reivindicaciones se eleven a los gobiernos nacionales de España y Marruecos y a organismos internacionales cómo la Confederación General de Pesca del Mediterráneo (CPGM).
Nicolás Fernández afirma que “esto requiere de una actuación coordinada, los pescadores no podemos darle solución, son los Reinos de España y de Marruecos, con el apoyo decidido de la Unión Europea, quienes tienen que legislar en ese sentido, plantear la gestión conjunta del recurso y diseñar un marco legislativo común para toda la zona”.
La pesca artesanal es la gran sufridora de las consecuencias de esta dejadez, por eso nos hemos unido. Y justamente el compartir las mismas dificultades y tener las mismas esperanzas ha hecho que el encuentro de Conil sea un referente unido al que mantuvimos en Tánger el pasado año”.
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