Andalucía

Condenado por morder a un guardia civil y golpear a otro en un pueblo de Zaragoza

Después de negarse a identificarse en abril de 2022 en la localidad zaragozana de Villanueva de Gállego

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  • Un agente de la Guardia Civil de espaldas. -

Un juez ha condenado a un hombre a diez meses de cárcel por morder a un guardia civil y golpear a otro en el hombro después de negarse a identificarse en abril de 2022 en la localidad zaragozana de Villanueva de Gállego.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza ha impuesto al procesado diez meses de prisión por un delito de atentado a los agentes de la autoridad y una multa de ocho euros diarios durante 40 días por cada uno de los dos delitos leves de lesiones cometidos.

Además, le ha condenado a pagar una indemnización de 200 y 160 euros para los guardias afectados, uno de los cuales ha sido representado durante el proceso por la asociación Independientes de la Guardia Civil.

Según considera probado el juez, los hechos ocurrieron el 3 de abril de 2022 a las 4:30 horas en una finca de Villanueva de Gállego, después de que el acusado tuviera un "incidente" con un amigo por el que fue expulsado del recinto.

Al lugar acudieron dos agentes de la Guardia Civil y, en un momento dado, el encausado se dirigió a uno de ellos y le exigió su número profesional "pese a que el mismo estaba visible en la parte pectoral de su uniforme reglamentario", según reza la sentencia.

Frente a esta actitud, el guardia pidió al encausado que se identificara, a lo que este se negó reiteradamente, intentando además grabar con su móvil el carné profesional que finalmente le mostró el agente.

Ante su "persistente negativa a la identificación", los agentes procedieron a detenerle, momento en que el acusado se resistió y logró zafarse, golpeando en el hombro a uno de ellos.

Finalmente consiguieron reducirlo y trasladarlo al vehículo, en cuyo interior el detenido intentó escapar de nuevo golpeando los cristales y moviendo el vehículo.

Uno de los guardias civiles acudió y le sujetó la cabeza para que no siguiera lesionándose, momento en el que el procesado le mordió en ambas manos.

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