El pasado jueves 12 de octubre amaneció como cualquier otro día en la estación de Santa Justa en Sevilla. Sin embargo, para Álvaro Prieto, un joven de tan solo 18 años, ese día tomaría un rumbo inesperado y trágico. Un exhaustivo informe de Renfe, que ahora ve la luz, desgrana minuto a minuto los hechos vividos por el joven, así como los incansables intentos del personal de la estación por ofrecerle ayuda.
Álvaro llegó a Santa Justa con un objetivo claro: tomar un tren hacia Córdoba. Sin embargo, se encontró con un primer obstáculo insospechado: "no encontraba el billete para tomar el tren". Sin batería en su teléfono móvil, no podía contactar con su familia ni acceder a su tarjeta de crédito virtual, esencial para la compra de un nuevo billete. Con el paso de los minutos, el nivel de preocupación y ansiedad del joven aumentaba.
El personal de la oficina del Centro de Servicios de Renfe, ante tal situación, no dudó en brindarle asistencia. Le solicitaron diversos datos con la intención de localizar el billete perdido. A pesar de los contratiempos, como un billete encontrado que no correspondía al que buscaba, el equipo de Renfe siguió trabajando para encontrar una solución. "Se le ofrece un cargador e incluso se le indica dónde lo puede cargar", relata el informe, subrayando el esfuerzo y empatía mostrados hacia el joven.
Cuando se le preguntó sobre la tarjeta de crédito con la que había realizado la compra, Álvaro mencionó que poseía una tarjeta virtual. Sin embargo, su móvil apagado era una barrera insuperable. Las opciones se agotaban y la situación se volvía cada vez más complicada. Aun así, el personal volvió a intentarlo, según atestigua el informe.
Siguiendo una pista, lograron contactar al padre de Álvaro a través de un correo electrónico, y con ello, finalmente, localizaron el ansiado billete de ida y vuelta Sevilla-Córdoba-Sevilla. Pero la odisea de Álvaro no había hecho más que empezar. Se le informó que el tren que buscaba había partido ya, y se le detalló la política de Renfe respecto a la pérdida de trenes. Ante el desconcierto, el joven buscó alternativas, informándose sobre los siguientes trenes y horarios disponibles.
El informe revela que, tras recibir la información, Álvaro se dirigió a las taquillas. Según testimonios, intentó viajar a Córdoba con una TSC de Cercanías, pero se le informó que tal opción no era viable. Con la única opción de un billete AVE de 40 euros, el joven trató de pagar con su móvil, pero nuevamente la falta de batería se interpuso en su camino. Sin más remedio, Álvaro abandonó la zona de las taquillas, sumido en la desesperación.
Lo que sucedió a continuación es el desenlace más desgarrador de esta historia. Álvaro fue visto subiendo a un tren fuera de servicio. Las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana registraron el momento en el que, al tocar la catenaria, recibió una fatal descarga eléctrica.
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