Los dos forenses comparecieron ante la juez de instrucción 17 de Sevilla, ante la que declararon que la víctima tenía un corte en la mano, signo “inequívoco de haber intentado defenderse”, según informaron a Efe fuentes del caso.
Por estos hechos cumple prisión incondicional el joven Borja B. O, de 22 años y vecino de la anciana, que presuntamente cometió los hechos cuando regresó de una fiesta juvenil en el Estadio Olímpico de Sevilla donde consumió alcohol, éxtasis y LSD, según su declaración.
Los forenses dijeron a la juez que la víctima presentaba lesiones compatibles con una “penetración violenta” que fue simultánea a las cuchilladas, por lo que descartaron que pudieran ser consecuencia de una relación sexual consentida o anterior a los hechos.
Tres de las puñaladas que sufrió la víctima fueron mortales de necesidad pues le afectaron al corazón, según los forenses.
La víctima no tenía restos de semen ni otras células epiteliales, lo que los expertos explicaron por el posible uso de preservativo.
También afirmaron que la víctima pesaba 46 kilos, era baja de estatura y tenía poca masa muscular, lo que explica que apenas intentara defenderse.
Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana del domingo 6 de junio en un bloque de viviendas del Parque Alcosa de Sevilla, y el cuerpo de la víctima fue encontrado sin ropa interior y con unas joyas de su propiedad en el suelo de su dormitorio.
El padre del presunto asesino declaró como testigo el pasado 1 de agosto y manifestó que su hijo le llamó muy alterado porque necesitaba hablar con él ya que creía haber hecho algo malo, que no recordaba, por lo que debía llevarlo a la Policía.
Tras ser detenido, el imputado declaró a la juez que no es consumidor habitual de drogas, excepto en ocasiones especiales con los amigos, y que tras asistir a la fiesta juvenil fueron sus propios amigos quienes lo llevaron a casa a primera hora del día siguiente. Según su testimonio, no recuerda nada de lo sucedido.
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