Andalucía

El Papa llama dos veces por teléfono al párroco de la Franja de Gaza

El párroco de la Franja de Gaza, Gabriel Romanelli, ha recibido dos llamadas telefónicas del Papa desde el comienzo de la Guerra entre Israel y Hamás

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  • Gente camina entre los escombros en la Franja de Gaza. -

El párroco de la Franja de Gaza, Gabriel Romanelli, ha recibido dos llamadas telefónicas del Papa desde el comienzo de la Guerra entre Israel y Hamás, según ha revelado el propio Romanelli a 'Vatican News'.

"El Papa me ha llamado hace unos minutos --cuenta el párroco, que en estos momentos se encuentra en Belén, en Cisjordania--. Ha manifestado su cercanía y sus oraciones y le hemos agradecido el llamamiento al alto el fuego y contra toda violencia, todo terrorismo y toda guerra".

Según el sacerdote, Francisco quería manifestar precisamente la cercanía y ahora iba a llamar a la misma comunidad directamente con su vicario con la gente que está refugiada en la parroquia.

En la parroquia de Gaza viven unas 150 personas que han perdido sus casas o buscan un lugar seguro de los bombardeos, aunque, según explica Romanelli, las incursiones afectan a toda la Franja. No hay muertos ni daños en la comunidad cristiana, según señala 'Vatican News'. "Ayer también llamó el Papa Francisco", recuerda el párroco, que explica que el Pontífice quiso saber cómo estaba la gente y la parroquia, e impartió su bendición para que todos experimentaran la cercanía de la Iglesia.

Romanelli ha lamentado estar en Belén cuando se produjeron los hechos. "Estaba a punto de regresar y todo sucedió. Así que estoy atrapado aquí. Nadie entra y nadie sale ahora de la Franja. La situación es muy grave. Hay muchos muertos y muchos heridos y si hay una invasión terrestre habrá realmente escombros", avisa.

En todo caso, señala que la comunidad cristiana está bien, "todo lo bien que se puede estar en esta situación". "Hasta ahora -y esperemos que nunca- no hay muertos. Tenemos muchos refugiados. Hay unos 150. Anoche había 135 y ahora se ha añadido una familia. Algo menos de 150 están alojados en la parroquia y luego tenemos otra familia en otro centro y en el colegio Sagrada Familia también acogemos a varios vecinos que han venido a refugiarse", relata.

Romanelli explica que hasta ahora siempre se han respetado las estructuras de la Iglesia católica y cifra en 700 los muertos en la Franja, entre ello, 140 niños, citando datos del Ministerio de Sanidad en la Franja, que estima que los heridos son unos 3.000, un 10% niños.

También apunta que algunos feligreses han perdido sus casas y otras han sufrido graves daños. "Algunos ni siquiera saben cómo están sus casas. No han podido regresar para ver cómo está la situación, pero reciben imágenes de toda la región. Por ejemplo, hay un barrio en el centro de la ciudad que está muy poblado, un barrio acomodado, que fue bombardeado atrozmente. Hay muchas casas dañadas en estos tres días", añade.

En cuanto al estado emocional, asegura que los feligreses están muy tristes por todo esto y todos esperan que termine. "Pero se dan cuenta de que sólo la intervención divina y un compromiso extraordinario de tantas fuerzas, tantas asociaciones o países pueden ayudar a detener esto y responder así al llamamiento del Papa Francisco para que se ponga fin al terror y a la guerra. Se dan cuenta de que es casi imposible, pero no imposible", comenta.

Según el párroco, no creen a nadie, "a ambos lados del muro". "Por eso no expresan sus opiniones. No soy profeta ni hijo de profeta para saber lo que piensa la gente, pero lo que dicen es que están hartos y no creen a nadie", asegura.

Romanelli narra cómo la Franja se ha quedado sin electricidad desde hace tres días y que queda algo de combustible para recargar las baterías, porque no hay combustible. "La crisis de estas cosas ya existía antes de estos acontecimientos. No olvidemos que durante años y años tuvimos cuatro horas de electricidad al día, y eso era "normal". Hasta ahora, no se siente que haya escasez de alimentos o de agua. Pero no sé por cuánto tiempo será así. Nosotros, por ejemplo, hemos estado haciendo acopio, siempre previendo problemas", explica.

Finalmente, revela que el Patriarcado Latino de Jerusalén, diócesis a la que pertenecen, les ha dado instrucciones concretas del Ejército de Defensa israelí para desalojar algunos barrios que pueden ser atacados por tierra. "No soy analista político y no entiendo mucho de esto, pero sé que esta realidad sería terrible", concluye.

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