La festividad del Rosario se ha celebrado por todo lo alto en un año atípico en el que hasta el calendario marcaba diferencias con respecto a otras ediciones. Al coincidir el 7 de octubre con la jornada de sábado, el pleno del Ayuntamiento decidió marcar como festivo un viernes que, a su vez, sirvió para que Vicente Rodríguez diera el pregón de la virgen.
Como colofón a una novena multitudinaria y a una ofrenda de nardos de lo más concurrida, la virgen del Rosario concluyó sus cultos con dos citas bien importantes: la renovación del voto de los cabildos municipal y catedralicio y la posterior procesión de alabanza.
La jornada del sábado coincidía este año con la celebración del South Festival Series, un exitoso evento que se desarrollaba en el Palacio de Congresos de la ciudad, en la misma manzana donde se desplegaba la procesión de la virgen. Pero la buena organización y las buenas voluntades hicieron que ambas citas se desarrollaran con total normalidad.
A primeras horas del día, la ciudad de Cádiz renovaba el voto con su Patrona y Alcaldesa Perpetua, la Virgen del Rosario. La Iglesia de Santo Domingo de la capital gaditana acogió, la Solemne Función del Voto, en una ceremonia que estuvo presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza Boy.
Tras ocho años, el encargado de renovar el voto a la patrona volvió a ser un miembro del equipo de gobierno del Ayuntamiento. La última vez en la que el cabildo municipal realizara este gesto fue en el año 2015. El alcalde de Cádiz, Bruno García, fue el encargado de hacerlo.
Durante toda la jornada las puertas del convento permanecieron abiertas para la visita de los fieles. Las calles estaban engalanadas con banderolas y flores de papel que habían sido heredadas de la hermandad del Rocío de Almonte. Hizo levante, aunque ni siquiera el viento pudo deslucir una jornada de ensueño, de gaditanos en la calle y de terrazas abiertas de sol a sol.
La banda Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María estrenaba la marcha “Eterno Capataz”, una obra del músico trebujenero Juan Bustillos y que está dedicada al querido y recordado Juan Pidre, eterno capataz de la patrona. Como es tradición, la virgen solo llevaba nardos en su exorno floral.
Eran las 18:30 horas cuando una cruz parroquial y dos ciriales abría un extenso cortejo de cofrades que iban representando a todas las hermandades y cofradías de la ciudad; de penitencia y gloria. Además de un tramo grande de devotos y hermanos de la Archicofradía del Rosario.
La virgen que tallara el imaginero Fernández Andes, lucía el terno del Cincuentenario de la coronación canónica. Por su parte, el Niño llevó la túnica del 75 aniversario de dicha coronación en un tisú burdeos.
Sin duda, el momento más álgido de la procesión se vivió en la calle Sopranis, cuando el barrio se echó a sus plantas y no cesaron de caer pétalos de los balcones, espontáneas Alegrías cantadas por los vecinos y una sucesión de marchas procesionales que iban acompañadas de vítores por parte de los gaditanos. La virgen entró pasadas las 22:40 horas con un solemne espectáculo de fuegos artificiales que se recuperaba después de más de ocho años de ausencia. En definitiva, la jornada festiva de la virgen del Rosario se cerraba como una autentica jornada de cine, donde además de la coincidencia de la procesión con la celebración del South Festival Series, se registraron estampas y momentos de las mejores películas de Hollywood.
Esta lunes, en el programa Luz de Pasión de 7TV que dará comienzo a las 21:00 horas, podrán disfrutar de un resumen de la procesión y el pregón que fue pronunciado por Vicente Rodríguez en la noche de vísperas en el convento de Santo Domingo.
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