La perspectiva que tenemos de la calle es diferente para la vista de cualquier persona. Nunca nos paramos a analizar sus detalles o lo que tenemos frente a nosotros. Todos la transitamos de una manera u otra, bien para ir a comprar, bien para dar un paseo o, entre muchas otras razones, para, por desgracia, deambular o vivir en ella.
Dos rondeños unidos por la pasión de la fotografía con un estilo similar y particular decidieron embarcarse en un proyecto documental sin ánimo de lucro, llamado ‘Aquí en la Calle’, con el propósito de dar a conocer la verdadera historia de personas que a menudo pasan desapercibidas en nuestras vidas o de las cuales ignoramos su existencia sin siquiera ser conscientes de ello.
La fotografía ha sido y es el principal pilar, aunque las entrevistas surgidas fueron dando aún más vida a su documentación. “Queremos dejar claro que buscamos historias de personajes de la calle en general, no solo a gente sin recursos o que viva en en ella, sino personas que quieran contarnos su historia, que sea curiosa y de la que no sepamos nada”, matiza uno de los protagonistas de la iniciativa.
“Queremos dejar claro que buscamos historias de personajes de la calle en general, no solo a gente sin recursos o que viva en ella, sino personas que quieran contarnos su historia y que sea curiosa”
Vivencias personales desde el respeto
Historias reales y auténticas como la de José Luis Méndez, conocido como Tete o el Asturiano, José Antonio Andrades, apodado el Doctor Hierbas o José Juan Marqués, alias Pepillo el Canijo, con las que la mayoría de los rondeños han descubierto que cada persona, sin importar la condición o lo vivido durante su infancia o adolescencia, tiene una historia impactante detrás y una lección de vida que compartir. Sin buscarlo y sin otro objetivo que no fuese dar a conocer sus experiencias, la entrevista a el Canijo ha superado las 100.000 reproducciones en la cuenta de Instagram @aquienlacalle.
La responsabilidad y el respeto por encima de todo, teniendo mucho tacto en la manera de comunicar puesto que las intimidades personales o situaciones concretas de un pasado indeseable, hay que cuidar la manera expresarlo a través de un medio de comunicación. “Han llegado a hablar de pensamientos suicidas, intento de ahogamiento por parte de una madre en pleno parto, situaciones muy duras”, expresa el fotógrafo rondeño.
La naturalidad del momento
Uno de los aspectos que resulta más interesante y que mueve a los autores de este proyecto es el momento. “La incertidumbre ante no saber qué va a suceder o qué te van a contar desde el momento que pones la cámara a grabar, en cualquier situación armónica para la fotografía nos paramos a grabar y surgen las verdaderas historias”, declara.
En las entrevistas, “de tú a tú o románticas por decirlo de alguna manera”, intentan dar una cercanía creada por la naturalidad del momento, otorgando una privacidad y tranquilidad “para que la persona se sienta cómoda y cuente parte de su vida sin quedarnos en la superficialidad”.
Sus entrevistas cuentan con miles de visualizaciones en Instagram e incluso una de ellas ha superado las 100.000. Este proyecto sin ánimo de lucro nace con la idea de dar a conocer la historia de personas que pasan desapercibida
A la hora de documentar fotográficamente, la distancia entre el retratado y el profesional es más distante, sin embargo, la primera toma de contacto con el personaje callejero para pedirle una entrevista debe ser cercana y se antoja como “rara”.
Ante estas situaciones, este tipo de personas no se sorprenden: “Como no están acostumbradas a que les escuchen, no se extrañan, es algo raro. Para esta última, a Antonio el Dr. Hierbas, estaba en la cúpula y empecé a preguntarle fuera de cámara para ver el nivel de cordura porque desde fuera se ve siempre a un hombre pegando voces o utilizando un vocabulario simple”.
De todo el material recopilado hasta el momento, no destacan ninguna fotografía ni entrevista del proyecto por encima de otra, cada una tiene su magia o esencia. Aunque, sí asegura, que de la última le ha sorprendido el nivel de cordura que se deja ver en los momentos que cada uno tiene, donde estas personas tienen más que contar de lo que creemos: “Considero que la soledad es la culpable, estos iconos de la calle, como podríamos llamarlos, se sienten solos al no poder compartir ese tipo de conversaciones con nadie y en el momento que se les da pie, se relajan y lo cuentan todo”.
El tema de salud mental, que refleja un crecimiento exponencial de casos tras la pandemia, está a la orden del día. “En este tipo de relaciones nos damos cuenta que no estamos tan lejos de acabar de esa manera, nuestra mente siempre intenta rechazar ese pensamiento, pero estamos a tres pasos equivocados para acabar así perfectamente”, manifiesta.
Llegados a este punto y si pasean por nuestras calles rondeñas, párense, observen y analicen la cantidad de situaciones curiosas y personajes interesantes que se prestan en ellas. “Exprimir la pureza de un simple momento o de cualquier persona común, detalles que en nuestra actualidad debido a la búsqueda de un estímulo rápido y constante no nos paramos a observar, para finalmente sentir y apreciar la belleza de lo cotidiano”.
En ese momento, no la captaremos a golpe de objetivo, para ello ya están nuestros amigos de ‘Aquí en la Calle’, pero sí a golpe de retina quedando para siempre en nuestra memoria la pureza de la calle rondeña.
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