Pero la lista de casos que regulan las ordenanzas alcanza también a usuarios que las incumplen a sabiendas de su existencia; como bañistas que no hacen caso a las banderas, que usan jabón en las duchas de playa, que juegan en la orilla molestando a los demás bañistas, que hacen fuego o incluso que orinan o defecan en lugares indebidos.
Aunque el turismo es una importante fuente de ingresos para los ayuntamientos, a veces también conlleva un desajuste en el funcionamiento diario de las ciudades, y las actitudes y comportamientos de los turistas pueden llegar a colisionar con las normas que imperan en los municipios.
La legislación municipal está al arbitrio del ayuntamiento, pero fuentes de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) han precisado a Efe que han elaborado una “ordenanza tipo”, aunque aclaran que es orientativa y fruto de muchos años de trabajo de técnicos y responsables políticos de ayuntamientos de toda España que han puesto su experiencia para garantizar el ejercicio de la libertad y el uso de los espacios públicos.
A LA ESPERA DE UNA DECISIÓN DE LA JUSTICIA
El Ayuntamiento de Cádiz, dirigido por la alcaldesa popular Teófila Martínez, considera por ejemplo falta leve la práctica del nudismo en las playas catalogadas como urbanas, y, según fuentes municipales es una medida que “lleva de siempre”.
Pero el presidente de la Federación Española de Naturistas (FEN), Ismael Rodrigo, ha asegurado en una conversación con Efe que la ordenanza entró en vigor “el año pasado” y añade que “es ilegal que una ley municipal pueda violar un ordenamiento superior”.
Rodrigo ha señalado que este año el Ayuntamiento de Cádiz ha multado a tres ciudadanos que practicaban nudismo el “Día sin bañador” con una multa de 600 euros, una iniciativa que se lleva celebrando el tercer domingo de cada mes desde hace cuatro años, y advierte además de que “todos los recursos interpuestos en los tribunales por multas a nudistas se han ganado”.
El presidente de FEN ha añadido que en su momento también se promulgaron ordenanzas de la misma naturaleza en Valencia o Alicante, pero al presentarle la documentación pertinente retiraron la ordenanza, y ha asegurado que “no logra comprender” por qué el Ayuntamiento de Cádiz no hace lo mismo.
ORDENANZAS EN LA COSTA
En el municipio de Almuñécar, localidad muy turística de la costa de Granada y debido a las excursiones que se hacen en la noche de San Juan, sobre todo desde la zona de Granada, Jaén y Madrid, dictaron una ordenanza municipal que prohibía montar equipos de música y espectáculos musicales porque era muy molesto para los vecinos.
No obstante, esa primera noche de verano el ayuntamiento da permiso para acampar y hacer hogueras, prácticas que habitualmente están prohibidas durante el año, aunque los grupos musicales, los botellones y las barbacoas siguen estando prohibidos.
Otro caso es el de Tossa de Mar, en la provincia de Gerona, donde el ayuntamiento ha vuelto a actualizar la ordenanza municipal que prohibía mantener relaciones sexuales en el espacio público, aunque desde el municipio han señalado que la orden no es una idea original, sino que es una copia de una ordenanza de Barcelona y de otros pueblos y ciudades españolas.
Fuentes del ayuntamiento han asegurado que todavía no se ha multado a nadie por estas prácticas, pero que se aprobó la ordenanza porque la Policía Municipal no tenía ningún amparo legal para apoyarse “si se daba el caso”. Como respuesta a esta norma, un grupo de ciudadanos disconformes creó en las redes sociales un grupo de resistencia y protesta
UNA EXCEPCIÓN EN LA COSTA ANDALUZA
La costa española está repleta de legislaciones municipales diversas, que prohíbe en unos casos a los turistas realizar actividades tan dispares como hacer una barbacoa, dormir en la arena, hacer surf en zonas no habilitadas, la venta ambulante, hacer castillos de arena o contratar un masaje frente al mar, pero hay municipios a los que estas prohibiciones todavía no han llegado.
El caso de Motril es excepcional en la costa mediterránea; este municipio, situado en la provincia de Granada, tiene una Ordenanza Sobre Protección de la Convivencia Ciudadana y Prevención del Vandalismo en Espacios Públicos extensible a los espacios de playa, pero en el que todavía un usuario puede hacer una barbacoa, “siempre que mantenga la playa limpia”, ha asegurado su teniente de alcalde, José García Fuentes.
El edil ha explicado a Efe que la nueva ordenanza para playas “está en proceso de redacción” y señala que la última que se propuso para su aprobación en el pleno era tan restrictiva que si se cumplía “ni las sombrillas podían llevar publicidad”.
No obstante, el teniente de alcalde cree que con la ordenanza de convivencia ciudadana los problemas que puedan surgir en el municipio se pueden solucionar.
EMPRESAS ESPECIALIZADAS
María Ángeles Rodríguez Olmo, directora general de un despacho de abogados especializado en este tipo de pleitos, cree que en España “antes éramos más sensatos” y considera que en la actualidad, debido al mal uso de los espacios, los ayuntamientos se están viendo obligados a legislar, aunque a veces exista, a su juicio, una desproporción en las materias reguladas. En declaraciones a Efe, Rodríguez ha señalado que la ordenanza tiene una labor “más bien preventiva”.
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