En rueda de prensa, amenazó con movilizaciones en los próximos meses si no se desbloquea la negociación y ha aprovechado para mandar un mensaje a los empresarios y a la Junta para que no se rompa el VII acuerdo de concertación social, el “único hilo que sostiene el diálogo”.
Según datos de UGT, están pendientes de negociar en Andalucía 304 convenios de los 354 que corresponde renovar este año y que afectan en total a 587.272 trabajadores.
También están pendientes de negociar 145 convenios del año 2009 que recaen sobre 177.902 asalariados.
La evolución de los salarios
El incremento salarial medio pactado hasta agosto en los convenios vigentes en Andalucía es del 1,29%.
La evolución de los salarios ha ido en línea descendente en los últimos cinco años al pasar del 3,48% en 2006 al 2,4 por ciento en 2009 y al 1,29% hasta agosto de 2010.
Asimismo, el 56,9% de los acuerdos salariales vigentes contienen cláusulas de garantía salarial que repercuten en el 82,8% de los trabajadores.
A este escenario de conflictividad si no se desbloquea la negociación colectiva, se suma la huelga general del 29 de septiembre, mes durante el que UGT visitará 18.054 empresas andaluzas y realizará numerosas asambleas y reuniones para informar a los trabajadores del rechazo a la reforma laboral.
Además, el 23 de septiembre llevarán a cabo manifestaciones en todas las provincias andaluzas, con un acto central en Málaga, y el 21 se celebrará una movilización en Sevilla en favor de la industria.
“La paz social se ha terminado”, zanjó Pastrana, quien ha argumentado que los trabajadores “están siendo atacados y tenemos el derecho y el deber de defendernos” porque la reforma laboral es un ataque a los trabajadores, la reforma de las pensiones a los pensionistas y la bajada de las inversiones al empleo, ha censurado.
Para invitar a los trabajadores a secundar la huelga general usó el símil de que hay que luchar para “apagar el fuego” que hay en medio del bosque y si no se corta “terminará devorando al conjunto de derechos sociales”.
Admitió que la mayoría de los ciudadanos no son conscientes de la gravedad de las reformas que el gobierno está llevando a cabo y lamentó que la clase política sólo se haya puesto de acuerdo en estos dos años en la reforma laboral mientras que no ha consensuado ninguna otra medida que afecte a los poderes económicos para distribuir el coste de la crisis.
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