El aterrizaje se ha producido “con la mayor tranquilidad” entre los pasajeros, que han sido después transbordados en otros vuelos de la compañía desde Sevilla e incluso Málaga, tras viajar en autobús.
Según la fuente, el VLG2317 Granada-Barcelona despegó poco después de las 9,00 horas y el piloto detectó “una pérdida de hidráulico, un tipo de aceite que hace que las ruedas puedan girar”, por lo que decidió aterrizar en el aeropuerto de Sevilla, el más cercano en ese momento.
Tras recibir el aviso, el aeropuerto de Sevilla declaró “emergencia” porque la avería del avión suponía la necesidad de trasladar una grúa a la pista para poder remolcarlo, ya que la avería en las ruedas le impedía maniobrar en tierra.
“Con la tranquilidad del pasaje en todo momento”, según la fuente, se realizó el aterrizaje sobre las 10,00 horas sin que se produjera ninguna incidencia y se retiró el avión de la pista para analizar la avería, que resultó ser un problema en una válvula, “que se está reparando”.
Los pasajeros han sido mayoritariamente realojados en otros vuelos y 57 personas han sido trasladados vía terrestre a Málaga para que puedan volar desde allí a Barcelona, según la compañía. Ninguno de sus clientes haya pedido la devolución del dinero del viaje.
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