"Los tiempos cambian" y "la vida ya no es como antes" son frases que se escuchan con frecuencia al conversar con personas mayores. Estas expresiones, en realidad, reflejan un poco la realidad tras las últimas tendencias y avances en lo que respecta a la sociedad.
Con la persistencia de las crisis económicas, las altas tasas de desempleo juvenil y un mercado laboral poco propicio para la emancipación, los jóvenes, y también aquellos que no lo son tanto, están reconsiderando cómo abordar la vida.
De esta reflexión emerge el concepto de las parejas DINK (acrónimo de "Double Income, No Kids", que significa "Doble Ingreso, Sin Hijos" en español): estas parejas se caracterizan porque ambos miembros tienen ingresos económicos altos y han decidido no tener hijos. Este estilo de vida conlleva ciertas ventajas financieras y proporciona flexibilidad en términos de tiempo y estilo de vida.
Centrarse en sus carreras, disfrutar de más tiempo libre, viajar y gastar su dinero en otras actividades que les interesen son algunas de las razones más citadas cuando optan por este nuevo modelo, que ya está más arraigado y que es el caballo de batalla diario para las grandes campañas de marketing en los Estados Unidos.
En España, el Instituto Nacional de Estadística (INE) informa que el número de este tipo de unidades familiares ha experimentado un aumento de 50.000 en los últimos 5 años. Se puede afirmar con seguridad que esta tendencia está claramente en aumento. Extremadura encabeza la lista con el porcentaje más alto, que asciende al 18%. Le siguen otras regiones como Cantabria, con un 16.7%, y Galicia, que alcanza el 16.6%. Por otro lado, Madrid es la comunidad que registra el menor porcentaje en esta modalidad, con un 13.5%.
Sin embargo, no todo son ventajas, entre los desafíos que afrontan la mayoría de las parejas DINK al elegir este camino se incluyen la planificación financiera a largo plazo y la posibilidad de enfrentar la soledad en la vejez.
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