Así lo manifestaron los gerentes a Europa Press, teniendo en cuenta que ha sido uno de los reclamos turísticos españoles presentes en este encuentro. Con su presencia, la Ruta del marco vitivinícola cordobés ha trasladado a los miles de visitantes de este festival la experiencia única de recorrer un entorno rico en tradiciones y espacios singulares, donde se elaboran vinos exclusivos como los finos, amontillados, olorosos y pedro ximénez.
Aguilar de la Frontera, Córdoba, Fernán Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor, Montilla, Moriles y Puente Genil, los nueve municipios que forman la Ruta del Vino Montilla-Moriles, han tenido de esta forma acento inglés con su participación en la ciudad canadiense de Manitova, por invitación, en uno de los festivales multiculturales más reconocidos en todo el mundo.
Este año en Folklorama, que celebraba su 40 aniversario, el Pabellón Español centró su participación en la promoción de la cultura del vino y en este contexto la Ruta del Vino Montilla-Moriles ha sido una de las protagonistas de la propuesta cultural española. Así, los más de 15.000 visitantes que han pasado durante las dos semanas del festival por dicho pabellón han podido descubrir una de las más originales propuestas enoturísticas de España, vertebrada alrededor de los vinos generosos de Montilla-Moriles, que constituyen un mundo aparte dentro del universo de la enología.
La Ruta del Vino Montilla-Moriles es un proyecto respaldado por diferentes organismos, como la Unión Europea (UE), la Secretaría de Estado de Turismo o la Junta de Andalucía, y recorre el corazón geográfico de Andalucía, esto es, el centro y sur de la provincia de Córdoba. Adentrarse en ella supone recorrer una tierra que conserva un importante legado cultural, histórico, arquitectónico, artístico y etnográfico, teniendo como guía el mundo de unos particulares vinos que se han convertido en patrimonio exclusivo de un marco que no puede trasladarse a ningún otro rincón de España.
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