El presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández, que ha protagonizado hoy los Encuentros SER que organiza Radio Sevilla de manera periódica en la Fundación Cajasol, ha abogado en su intervención por abrir el debate para “implantar un único sistema de gestión del agua en Sevilla y su provincia, una gran empresa pública cien por cien”. Algo a lo que, según Fernández, hay que llegar “a través del diálogo, el trabajo y la rellexión, pensando en la enorme potencia que tendría esa gran empresa, con 300 millones de euros, para actuar sobre el territorio, primando el interés general por encima del interés particular”.
Ese ha sido el ofrecimiento más llamativo de entre todos los que ha realizado el nuevo presidente de la entidad provincial ante un auditorio donde estaban numerosos alcaldes de los municipios sevillanos, el Secretario General del PSOE de Andalucía, Juan Espadas; y el exalcalde socialista de la ciudad, Antonio Muñoz, entre otras personalidades.
En torno al agua y su gestión, Fernández también se ha referido a la situación de sequía por la que actualmente atraviesa España y, en particular, Andalucía y la provincia de Sevilla, marcándose como reto para el actual mandato provincial el hecho de que, dentro de cuatro años, “los 24 municipios que aun no están adscritos a ningún sistema de abastecimiento de aguas, que son los que peor lo están pasando con la sequía, terminen este cuatrienio integrándose en algún consorcio de los que gestionan este recurso hoy en día”.
VPO en el Cortijo del Cuarto y nueva residencia estudiantil
Otro gran apartado al que el mandatario provincial ha dedicado un bloque de su exposición ha sido el colectivo de los jóvenes, para los que ha anunciado que pretende generar una gran bolsa de suelo para VPO en los terrenos de Cortijo de Cuarto, donde además ha abogado por integrar otros tipos de uso para esos suelos, como el de un nuevo parque de grandes dimensiones.
Para los jóvenes universitarios ha adelantado también que la Diputación construirá una nueva residencia universitaria en los terrenos con los que cuenta la entidad en la zona de Miraflores, que actualmente alberga espacios deportivos y centros asitenciales de la corporación.
Ha apuntado también el presidente su deseo de reforzar el perfil de Sevilla y su provincia como una potente “marca empresarial”. Para eso, “es necesario que Sevilla sea un lugar fácil para la inversión, trazando equilibrios para que el sector empresarial considere a las administraciones como facilitadoras, para que los inversores no encuentren freno, sino facilidades para que entre todos generemos riqueza, porque si generamos riqueza, repartiremos riqueza”.
Cien millones en remanentes para este año
Otra cuestión que ha anunciado Fernández ha sido que, la semana que viene, la Diputación dará luz verde al “uso y puesta en circulación de 100 millones de euros con carácter extraordinario”, en los que habrá un buen paquete transferido de manera incondicional a las entidades locales, sin carácter finalista. “Queremos no encorsetar a los Ayuntamientos y, además, un buen porcentaje, en torno a los 35 o 40 millones de euros, serán para un plan de empleo”, al que el presidente ha invitado a sumarse a la Junta de Andalucía con un paquete de recursos similar, “para alcanzar los 80 millones de euros en ese plan”.
Acerca de su llegada a la institución provincial el pasado verano, el presidente ha recordado que se encontró una Diputación “potente, solvente y saneada”, y que además llegó con la ventaja de “no haber sido nunca diputado”, con lo que eso tiene de bueno, porque “a la hora de plantear nuevos retos estoy ante un folio en blanco”.
Se ha referido, a partir de ahí, a que la Diputación contará en los cuatro años venideros con unos 2.100 millones de euros de presupuesto para todo el mandato provincial y que, precisamente con esos recursos, la entidad intermunicipal tiene la obligación de “ser palanca de cambio y transformación desde la política de la doble G; gestión, entendida como el mejor uso de los fondos públicos, que son de todos; y gobierno, escuchando y atendiendo a lo que demandan los vecinos y vecinas y haciendo política útil”.
Plan Sevilla e inversiones
Acerca del Plan Sevilla, Javier Fernández ha expuesto que dicho plan llegará para actuar desde múltiples enfoques en lo que ha llamado las “tres realidades de la provincia”, que son la del área metropolitana junto con la capital; la segunda y tercera corona, también de carácter metropolitano; y las sierras Morena y Sur junto con la Campiña.
En la primera de las realidades, la de Sevilla y su área metropolitana, a la que el presidente ha llamado la Gran Sevilla, Fernández ha apostado por que la Junta de Andalucía “retome con decisión el Potaus” para recuperar, potenciar y revitalizar las áreas de oportunidad.
Al respecto, el mandatario provincial ha recordado que “Aerópolis ya está colmatado y hay que revisar su ampliación y, por ejemplo, el área logística de Majarabique se encuentra paralizada desde hace cinco años. Y no podemos dejar estas cuestiones porque todo lo bueno que ocurre en el entorno metropolitano nos beneficia a todos los que formamos parte de esa realidad”.
Ya refiriéndose al resto de la provincia, el presidente ha anunciado que la Diputación se mostrará proactiva para que esos municipios sean lugares idóneos para que la gente quiera irse a vivir a ellos, transformando el concepto pasivo de “despoblación” en una actitud activa de “repoblación”, apostando decididamente por la digitalización y el transporte público.
También ha anticipado el mandatario sevillano que, en el nuevo mandato, “aquellos municipios que sean capaces de captar y gestionar fondos Next Generation contarán con la cofinanciación de la Diputación de Sevilla en el bloque que les toca aportar recursos en esos proyectos”.
Por último, en las constantes llamadas a la colaboración que Fernández ha reclamado a la Junta de Andalucía, el presidente ha solicitado al gobierno autonómico que, en clave sanitaria, la atención primaria vuelva al nivel de servicios que se prestaban justo antes de la pandemia.
“Si no es así, estamos corriendo el peligro de desmantelar la sanidad pública tal y como la conocíamos y convertir esa sanidad en una prestación con tres escalones, según el poder adquisitivo de cada cual. Si no hacemos nada, de un lado quedará una atención primaria muy deteriorada, luego una sanidad privada de copago que ya está empezando a colmatarse ante la falta de recursos de lo público y, por último, se está generando el caldo de cultivo de una sanidad “top”, que solo estará al alcance de muy pocos”, ha concluido.
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