Huelva

El cultivo de la castaña en la Sierra de Huelva está en "estado crítico"

Entidades agrupadas en una plataforma denuncian que los problemas afectan a su supervivencia, con la previsión de una gran caída de la producción esta temporada

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  • Castañar. -

La Plataforma Onubense de Defensa del Castañar ha alertado este lunes del "estado crítico" del cultivo en la Sierra de Huelva de cara a la temporada de la recolección, en la que prevé una merma sustancial en la producción hasta situarse por debajo del millón de kilos.

En la comarca de la Sierra, que es junto con el Valle del Genal en Málaga la única zona productora de Andalucía, se calculaba en unas 5.000 hectáreas la superficie ocupada por este árbol -repartidas de forma general entre 17 municipios- pero la cifra podría haberse reducido en más de 1.500 por abandono, ha informado la Plataforma en un comunicado.

Entre las causas del descenso ha señalado la falta de rentabilidad del cultivo, el envejecimiento de la arboleda, cuya edad media está entre 350 y 400 años; el cambio climático y enfermedades como la tinta, que causa la muerte del árbol.

En consecuencia, "el castañar ha dejado de ser productivo y se está convirtiendo en un lastre para sus propietarios" y prueba de ello es que "especialmente durante los últimos doce años, muchos cultivos están en un estado de abandono o semi-abandono que afecta prácticamente a más del 40 por ciento de la superficie".

Los principales problemas en general de este ecosistema y su cultivo son los costes de recolección y mantenimiento que superan en más de dos veces el rendimiento que se obtiene por la venta de la castaña; a esto se suma la persistente sequía y el cambio climático y el hurto de las castañas, provocando que "la situación para el sector sea aterradora".

Todo lleva al sector a vaticinar una "reducción sustancial" de la cosecha respecto a la campaña de 2022.

La recolección de la castaña comienza por lo general sobre el 11 de octubre, con la castaña temprana, mientras que a partir del 1 de noviembre comienza la época de la castaña tardía, que supone el grueso de la cosecha en la provincia de Huelva.

El abandono de las fincas las convierte en "un reservorio de plagas y enfermedades para el resto", y en enclaves de grave riesgo de incendios, ya que termina siendo pasto de invasión de matorral y otras especies inflamables.

La esperanza del sector está en la calidad intrínseca del fruto serrano y en que la climatología ayude a mejorar las previsiones, resultando así una cosecha que inicie una remontada necesaria para el cultivo.

También confían en que los precios puedan aumentar para dejar más recursos en la zona, especialmente para los productores.

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