El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a subir sus tipos de interés por décima vez consecutiva, en un cuarto de punto porcentual, hasta el 4,5 %, con el objetivo de frenar la inflación de la zona del euro, que se sitúa en el 5,3 %. Esta decisión, que se produce pese a que la economía se estanca y registra una contracción del 0,1 % en el segundo trimestre de 2023, tendrá un impacto negativo en los bolsillos de los ciudadanos que tienen una hipoteca variable.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de hipotecas constituidas sobre viviendas en junio de 2023 fue de 25.274, un 15,9 % menos que en el mismo mes del año anterior. De estas hipotecas, el 54,8 % se hicieron a tipo variable y el 45,2 % a tipo fijo. Esto significa que más de la mitad de los hipotecados tendrán que hacer frente a una subida de sus cuotas mensuales como consecuencia de la subida de tipos del BCE.
La subida de tipos afecta especialmente a las hipotecas variables referenciadas al euríbor, el índice al que se conceden la mayoría de los préstamos hipotecarios en España. El euríbor se calcula a partir del tipo oficial del BCE y suele seguir su evolución con un cierto retraso. Según los datos del Banco de España, el euríbor cerró agosto en el 4,07 %, su nivel más alto desde febrero de 2022.
Para hacerse una idea del encarecimiento que supone la subida de tipos para los hipotecados, se puede tomar como ejemplo una hipoteca media de 150.000 euros a 25 años con un diferencial del 1 %. Si esta hipoteca se revisa anualmente con el euríbor de agosto, la cuota mensual pasará de 635 euros a 664 euros, lo que supone un incremento de 29 euros al mes o 348 euros al año.
Este aumento puede suponer un problema para muchas familias que ya tienen dificultades para llegar a fin de mes debido a la crisis económica provocada por la pandemia. Según el último barómetro del CIS, el 40 % de los españoles tiene dificultades o muchas dificultades para llegar a fin de mes y el 13 % ha tenido que pedir dinero prestado o recurrir a sus ahorros para hacer frente a sus gastos.
Ante este escenario, los expertos recomiendan revisar las condiciones de las hipotecas y valorar la posibilidad de cambiar a un tipo fijo o mixto, que ofrecen mayor seguridad y estabilidad. También aconsejan negociar con el banco una ampliación del plazo o una carencia parcial o total, que permitan reducir la cuota mensual. Asimismo, sugieren comparar las ofertas de otras entidades y estudiar la opción de subrogar la hipoteca a otra más barata o con mejores condiciones.
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