La Asociación de Casetas Tradicionales de Jerez ha elaborado una serie de propuestas encaminadas a “mejorar la Feria” en el marco del debate abierto sobre la necesidad de adecuar sus ordenanzas reguladoras al contexto actual.
El colectivo tiene previsto mantener un encuentro con la alcaldesa, María José García-Pelayo, el próximo miércoles 20 de septiembre. En el transcurso de esa reunión defenderá una serie de iniciativas que considera necesarias para preservar el carácter de la Feria del Caballo.
Una de las propuestas más llamativas hace referencia a la posibilidad de definir “dos espacios” diferenciados en el parque González Hontoria “para una mejor organización y convivencia”, de modo que en uno de ellos se instalaran las casetas más tradicionales y en otro aquellas “cuya naturaleza sea ajena a la tradición”.
A modo “orientativo” se sugiere que ese primer espacio incluyera los paseos principales y aledaños, hasta su confluencia con la Caseta Municipal.
En este sentido, se aboga por definir como caseta tradicional aquella que mantiene “tanto la estética como el contenido y servicios” acorde a la Feria de Jerez, atendiendo además “a la prevalencia de la música flamenca y folklórica andaluza, la gastronomía de la tierra y la promoción del consumo del vino de Jerez”.
Otra de las propuestas que defiende este colectivo pasaría por la posibilidad de habilitar un segundo día del socio para aquellas casetas que así lo deseen.
Este planteamiento se justifica en el hecho de que “mantener tan restringida capacidad de maniobra a los socios ha ido en detrimento de la fiesta y de su contenido”, así como “de la inversión de las entidades y asociaciones en mejorar los servicios y en sufragar actuaciones flamencas en directo por la imposibilidad de disfrutarlas” como consecuencia de la masificación que se alcanza en determinadas casetas.
Se advierte a este respecto de que “un número muy significativo de jerezanos” que no viven en la ciudad pero acuden a ella “en la segunda mitad” de la Feria “encuentran imposible el disfrute de las casetas que sostienen por el bien de toda la ciudadanía”.
Esa circunstancia provoca que muchos socios terminen abandonando, quedando en el Real espacios vacíos que son ocupados por “casetas discoteca”.
También se plantea un mayor control sobre los parques de La Rosaleda y El Bosque, de modo que dejen de ser espacios “marginales” destinados al botellón. La asociación cree oportuno dotar a estos espacios de una adecuada iluminación e incluso defiende la posibilidad de darle uso hostelero habilitando para ello kioscos bares con servicios públicos de aseo.
El control de los aforos de las casetas, las mejoras en las medidas encaminadas a favorecer la accesibilidad universal o el control de la indumentaria de las personas que participan en el paseo de caballos son otros de los asuntos que este colectivo considera susceptibles de mejora en esa revisión pendiente de las ordenanzas.
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