En una nota de prensa, la Policía Nacional subrayó el estado de aturdimiento en el que se encontraba en el momento de la liberación el secuestrado y las graves lesiones que mostraba en su cuerpo y destacó que se trata del "secuestrado liberado por agentes de la sección de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional que en peor situación física y psíquica se encontraba".
Según confesó el propio secuestrado en el momento de su liberación, el motivo del rapto fue el pago de una importante cantidad de dinero que debía a los acusados.
La investigación policial comenzó a partir de una denuncia del agregado de Interior de España en la embajada de Varsovia (Polonia), quien informó de que la Oficina Central de Investigación de la Policía polaca le había comunicado que una persona de nacionalidad polaca podría estar detenida ilegalmente y sufriendo graves agresiones.
Después de activar el protocolo establecido e iniciar una investigación, agentes especializados de la sección de Secuestros y Extorsiones centraron la búsqueda en las provincias andaluzas de Málaga y Cádiz.
La liberación se produjo en la madrugada del pasado sábado día 24, cuando los agentes lograron ubicar exactamente la vivienda donde permanecía secuestrado el ciudadano polaco, un chalet de Punta Chullera de Manilva, momento en el que especialistas del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES) de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental asaltaron la vivienda y detuvieron a cuatro personas, una de nacionalidad alemana y tres de origen polaco.
ATADO DE PIES Y MANOS A UNA CAMA
Según la Policía, encontraron al secuestrado atado de pies y manos a la estructura de una cama, con la cara tapada, totalmente aturdida y con graves lesiones y signos de violencia en todo su cuerpo, por lo que fue trasladado a un centro hospitalario para que fuera asistido.
En el registro de la vivienda, la Policía intervino más de cuatro kilos de hachís, 6.900 euros en efectivo, tres ordenadores personales, teléfonos móviles, documentación falsa y material para atar y amordazar al secuestrado.
Esta operación policial ha sido desarrollada por la Sección de Secuestros y Extorsiones adscrita a la UDEV Central, con la colaboración del Greco de Campo de Gibraltar, ambas integradas en la Comisaría General de Policía Judicial y el GOES de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Occidental.
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