Varios centenares de personas se han concentrado este martes en Pozoblanco para rechazar el presunto asesinato machista de Juani, una mujer de 32 años a la que las primeras hipótesis apuntan a que su pareja sentimental, un hombre de 39, le quitó la vida con una carabina de aire comprimido antes de suicidarse.
El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello (PP), ha leído un manifiesto con "un mensaje claro, rotundo y de rechazo ante lo ocurrido hoy en nuestra localidad", un hecho que le ha llevado a "reconocer que nos queda un largo camino por recorrer para erradicar esta lacra de la violencia", que es "una forma extrema de desigualdad y discriminación, es un atentado contra los derechos humanos y la dignidad de las personas".
Desde la institución municipal se ha asegurado que "solo la unión de esfuerzos entre la administración y la ciudadanía nos permitirá a todos acabar con estos hechos que nunca más se pueden volver a repetir".
Una responsabilidad institucional, ha enfatizado, ya que "se hace necesaria una revisión profunda de las ideas sexistas" porque "hay que transformar los comportamientos y educar promoviendo el respeto, haciendo que las generaciones más jóvenes llenen de igualdad nuestro futuro".
A la concentración, que ha acabado con un minuto de silencio, una larga ovación y el agradecimiento del alcalde a la Guardia Civil y a la Policía Local por el trabajo realizado hoy, han asistido el consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos, el presidente accidental de la Diputación de Córdoba, Félix Cañete (PP), y varios delegados territoriales del Gobierno regional, así como concejales del Ayuntamiento de Villanueva de Córdoba, que dista veintitrés kilómetros de Pozoblanco, de donde era natural Juani, la mujer asesinada hoy.
El Ayuntamiento de Villanueva ha convocado para mañana otra concentración de repulsa y ha decretado esta jornada como día de luto, al igual que las jornadas de este martes y mañana en Pozoblanco.
El suceso ha ocurrido esta mañana cuando una de las hijas de la familia, de 3 años, encontró los cadáveres de su padre y de su madre en una habitación del domicilio familiar, tras lo que se dirigió a casa de su vecina, que fue la que dio la alerta a la Policía Local, según han informado a EFE fuentes de la investigación.
La pareja tenía tres hijos y al parecer estaba en trámites de separación, según las citadas fuentes.
Los menores están "bien acogidos" por familiares, por lo que los servicios sociales de la Junta de la Andalucía no han necesitado hacerse cargo de su tutela, según han informado a EFE fuentes del Gobierno andaluz.
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