Fernández de la Vega se ha expresado así, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, al ser preguntada insistentemente por las quejas que se han producido en las últimas horas por la presencia en Madrid del presidente ruandés, imputado por un delito de genocidio.
Kagame se encuentra en la capital para participar, junto con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los líderes de otros países africanos en la reunión del Grupo de Impulso de los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, que preparará la cumbre que tendrá lugar en septiembre en Nueva York.
Inicialmente, estaba previsto que la reunión de este grupo se celebrase en la Moncloa, pero las críticas de organizaciones no gubernamentales y partidos políticos por la presencia de Kagame, quien iba a presidir el encuentro junto con Zapatero, ha llevado finalmente al Gobierno a cambiar los planes y evitar que pisara cualquier edificio oficial. Finalmente se optó por trasladar la cita a un céntico hotel de la capital.
Al respecto, De la Vega ha señalado que el presidente “fue sensible” a la petición de algunos diputados para que no asistiera a ese encuentro” y que, por este motivo, la reunión se está celebrando, “en un ámbito más técnico”, con el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Ha recordado que se trata de una reunión que organizada por Ban Ki-moon para impulsar los Objetivos del Milenio y que se celebra en España por el compromiso de este país en el desarrollo de los Derechos Humanos y en la lucha contra el hambre y la pobreza.
Las críticas han continuado a lo largo del día pese al cambio de planes de Zapatero. El secretario de Derechos Humanos y Solidaridad Internacional de Izquierda Unida, Francisco Pérez, ha calificado de “escandalosa e hipócrita, la doble moral” del presidente del Gobierno por haber cancelado su encuentro y enviar en cambio al titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a la cita, este viernes.
“Aunque decidió no reunirse personalmente con Kagame debido a las denuncias de varias ONG y varios diputados, entre ellos el de Izquierda Unida, acaba permitiendo que su ministro Moratinos tenga un encuentro con el presidente ruandés, ignorando los terribles crímenes de que es responsable”, ha criticado Pérez en un comunicado.
Ante este cambio de interlocutor para Kagame, IU ha querido advertir al jefe de la Diplomacia española de que “va a estrechar una mano manchada de sangre”, gesto que, en su opinión, constituirá “una burla a la justicia que merecen las víctimas y a esas violaciones de Derechos Humanos”.
Por otra parte, el presidente ruandés, cuya presencia ha provocado numerosas críticas, ha advertido de que los próximos cinco años “van a ser críticos” a la hora de conseguir los compromisos marcados por Naciones Unidas.
Tras referirse a un informe de la ONU según el cual muchos de los Objetivos del Milenio están lejos de lograrse, Kagame ha destacado la importancia de “poner en valor” esas aspiraciones para acelerar su consecución.
Antes de la reunión, tuvo lugar una foto de familia en la que los impulsores de los Objetivos del Milenio han posado para los periodistas que buscaban especialmente el saludo de Kagame al ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos.
Sí se ha visto cómo el actor Antonio Banderas, embajador de buena voluntad de Naciones Unidas, agachaba la cabeza cuando se acercaba al ruandés Kagame.
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