La llegada del verano ha vuelto a traer consigo uno de los negocios más lucrativos relacionados con la inmigración irregular: la entrada en España de inmigrantes a bordo de motos de agua. Hasta 6.000 euros se llegan a pagar por la entrada de una persona.
Fuentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado han explicado a EFE que ya se han registrado al menos cuatro casos de estas características en el que motos de agua trasladan a inmigrantes a las costas españolas de Ceuta o Cádiz, dejándolos en la orilla o cerca de la misma y dándose rápidamente a la fuga.
Los traficantes de personas encuentran en este tipo de artefactos náuticos un medio rápido para pasar a estas personas, tratándose principalmente de inmigrantes marroquíes, aunque también se han producido casos de otras nacionalidades como Siria o Yemen, y casi siempre hombres.
Rapidez y distancia
La rapidez en la realización de los pases y la escasa distancia que separan las costas de Marruecos de las de Ceuta o Cádiz juegan a favor de estas entradas, según cuenta a EFE un agente de la Guardia Civil.
Los pilotos suelen dejar a los inmigrantes cerca de la orilla y darse a la fuga, a sabiendas de que la Guardia Civil acude en primer lugar en auxilio de los inmigrantes para evitar su fallecimiento por no saber nadar, como suele ocurrir en la mayoría de las ocasiones.
Además, a ello se suma que las costas de Marruecos de las ceutíes están separadas apenas unos dos o tres kilómetros mientras que las marroquíes de las de Cádiz están a poco más de 15 kilómetros, motivo por el cual los pases se realizan en tiempos de entre 5 a 15 minutos.
Las motos de agua, según portales especializados consultados por EFE, se adquieren a un precio de unos 29.600 euros las nuevas construidas este año hasta los 8.000 euros de las del año 2008, dependiendo de las marcas.
Se trata, por ello, de un "negocio redondo", como reconocen fuentes del sector náutico, ya que los pilotos cobran un promedio de entre 2.000 a 6.000 euros por persona.
Último caso
El último caso registrado se produjo el pasado 6 de julio cuando los agentes de costas de la Guardia Civil de Ceuta tuvieron que lanzarse al agua para rescatar a tres inmigrantes marroquíes que habían sido arrojados al mar cerca de la orilla.
Los tres inmigrantes viajaban en tres motos de agua que habían salido desde Marruecos poco antes de las 19:00 horas en dirección a las costas de la bahía sur de la ciudad ceutí, siendo perseguidos por embarcaciones marroquíes, sin poder darles alcance.
Los pilotos de las tres motos arrojaron a los inmigrantes cerca de las playas de Juan XXIII y la Almadraba de Ceuta, siendo rápidamente rescatados por los agentes del instituto armado, que habían seguido la persecución y que no pudieron arrestar a los traficantes de personas.
Los tres inmigrantes eran jóvenes marroquíes que fueron dejados a unos 200 metros de la costa, que estaban en un buen estado de salud y que carecían de chalecos salvavidas o otros elementos para mantenerse a flote.
CETI
Mientras tanto, en el caso de Ceuta, la autonomía ceutí afronta este verano con el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) con plazas disponibles al estar por debajo del 50 por ciento de ocupación para encarar el previsible incremento en la llegada de inmigrantes irregulares, sobre todo por las travesías ilegales aprovechando la buena climatología.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han asegurado a EFE que el recinto, con una capacidad para 512 plazas, se ha situado en unas 210 personas, principalmente subsaharianos, si bien también hay de otras nacionalidades como Argelia, Yemen o Siria.
Esta ocupación permite afrontar la entrada de inmigrantes en los meses veraniegos, donde se prevé un incremento en las llegadas.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha destacado que en la ruta Ceuta-Algeciras, además de las embarcaciones de juguete o kayaks, se ha incrementado el número de personas que llegaron a nado o a través de puerto como polizones.
Desde el 1 de enero al 30 de junio han llegado de manera irregular a Ceuta 482 inmigrantes, según el balance quincenal en relación a la inmigración irregular publicado por el Ministerio del Interior.
Las entradas por mar a Ceuta han registrado un descenso respecto al mismo período del año anterior con la llegada de 33 personas (3 menos que en 2022) mientras que 449 migrantes (59 menos que en 2022) lo han conseguido saltando el doble vallado fronterizo.
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