Un hombre ha sido investigado como supuesto autor de un delito contra los animales a raíz de la muerte de un zorro en Alcázar, una pequeña pedanía de Órgiva (Granada), donde este suceso generó una gran alarma social entre los poco más de treinta vecinos porque este había sido "amaestrado" por todos ellos.
La muerte del zorro se produjo durante la madrugada del pasado día 22 de junio y la Guardia Civil ha averiguado que el investigado disparó contra el animal y lo dejó muerto en mitad de la calle.
A la mañana siguiente, cuando los vecinos vieron muerto al animal en mitad del pueblo, se generó una gran alarma social que trasladaron al cuartel de Órgiva.
Según ha informado este viernes el instituto armado, el zorro había sido amaestrado por todos ellos y bajaba a diario al poblado a comer de sus manos.
Tras la muerte del animal, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) abrió una investigación para tratar de localizar al responsable de la muerte del zorro.
La Guardia Civil ha indicado que no ha sido una investigación "sencilla" porque lo único que se sabía era que el animal había muerto por un disparo de una escopeta de caza y la única evidencia eran los perdigones en la herida mortal.
No obstante, los investigadores han conseguido con sus pesquisas encontrar los indicios suficientes para identificar de manera "fehaciente" al autor del disparo.
Este hombre ha sido investigado como presunto autor de un delito contra los animales por abatir mediante un arma de fuego a un animal silvestre, un zorro (Vulpes Vulpes), sin autorización, fuera del periodo hábil de caza e incumpliendo la distancia de seguridad que todo cazador ha de respetar respecto de los núcleos urbanos.
El investigado se ha negado a declarar al respecto y, tras concluir las diligencias, la Guardia Civil lo ha puesto a disposición del juzgado de guardia de Órgiva.
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