La sanidad pública del país incluyó, entre sus coberturas, la atención odontológica básica para niños entre 6 y 14 años. Esta medida, que supera en tratamientos a los ofrecidos con la tarjeta sanitaria individual anteriormente, ha mejorado no solo la salud, sino la conciencia de los menores sobre la importancia del cuidado de los dientes.
Así lo aseguran profesionales médicos de eSalud, que aseguran que «los niños andaluces han aprendido a cepillarse los dientes de manera correcta, han adquirido el hábito con mayor facilidad y esto se traduce en una menor presencia de caries y otros problemas derivados de una mala higiene».
Para estos profesionales, la cobertura planteada por el Gobierno, que incluye una revisión anual con exploración y seguimiento médico en los casos necesarios ha supuesto un «avance significativo» en una parcela de la salud «que ha sido históricamente olvidada por la gestión pública».
Los problemas se solucionan en consulta
Uno de los grandes hitos de esta medida es que la mayor parte de problemas que presentan los menores se solucionan en las consultas de los centros públicos o en clínicas asociadas.
Los dentistas pueden realizar sellados para evitar caries, empastes e incluso extracciones de dientes. Todo ello sin necesidad de derivar a consultas externas, donde la familia del paciente debería asumir el pago de los tratamientos.
A este amplio “catálogo” de cuidados se suman tratamientos especiales en condiciones excepcionales, como cuidados en los dientes más visibles en caso de malformaciones o traumatismos.
Un plan a largo plazo para todas las comunidades
El nuevo plan bucodental planteado por el Ministerio de Sanidad se ha puesto en marcha con 44 millones de euros de presupuesto público. El gran impulso de esta herramienta demuestra la vocación por mantener este tipo de atenciones médicas en los menores a largo plazo, algo que celebran los profesionales sanitarios porque consideran que «este tipo de medidas son las que hacen que la salud preventiva se ponga en valor y que los niños adquieran la conciencia de ir al dentista».
Porque, como manifiestan desde eSalud, «habitualmente los niños no van a los odontólogos a revisiones habituales, ya que se suele pensar que “están sanos” y las familias en muchas ocasiones prefieren ahorrar el gasto hasta que se presentan molestias».
Con esta cobertura pública el problema se reduce exponencialmente: los niños son invitados a acudir al dentista como otro control más dentro de todos los que se le hacen en la etapa pediátrica, como la vacunación, el control de peso y otro tipo de pruebas.
Aunque aún queda mucho trabajo por hacer respecto a la implantación total de este tipo de asistencias básicas, los primeros datos ofrecen datos para ser optimistas respecto a este tipo de atenciones, que se habían olvidado en el ámbito de la sanidad pública.
«Esta asistencia nos vuelve a poner una vez más a la vanguardia de los sistemas sanitarios públicos internacionales», concluyen desde eSalud, donde los profesionales médicos colaboradores han recibido la medida con alegría.
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