El niño, de menos de un año de edad y que fue trasladado a un centro hospitalario para ser sometido a una revisión, fue rescatado por agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local, que rompieron el cristal de una de las ventanas del vehículo tras advertir que su salud corría peligro.
El bebé presentaba síntomas de sufrir un golpe de calor, como reflejaba el enrojecimiento de su rostro, según explicaron fuentes de la Guardia Civil, aunque no parece que su vida corra peligro.
El vehículo donde se encontraba el menor había sido estacionado en una gasolinera próxima al centro comercial Airesur, uno de los mayores del área metropolitana de Sevilla.
Varias personas avisaron a la Guardia Civil tras advertir que en el interior del vehículo había un bebé que daba muestras de sufrir un golpe de calor al estar cerradas las ventanillas. Tras rescatar al bebé, los agentes aguardaron la llegada de la madre, que ha sido acusada de un delito de abandono.
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