Según recordó a Europa Press el director gerente de esta asociación, Mario Carranza, la asociación aglutina a 89 empresas andaluzas que están manteniendo sus niveles de crecimiento, así como su peso en el PIB de la Comunidad.
Carranza reconoció que las empresas familiares también se ven afectadas por la crisis financiera, aunque se han visto menos afectadas que otras sociedades, ya que "se habían preparado y estaban razonablemente mentalizadas, pues se venía hablando de crisis desde hace tiempo". Además indicó que las empresas familiares "tienen un perfil conservador, que las hace asumir sólo los riesgos necesarios".
De esta forma, Carranza destacó la "cultura de la sobriedad" que reúna en las empresas familiares, frente a la "cultura del gasto", y resaltó el hecho de que alcanzar esa 'cultura de la sobriedad' "no se logra de un día para otro", aunque sí resaltó la necesidad de que otras sociedades vean en ese modelo de gestión un ejemplo para afrontar la crisis.
Asimismo, destacó el hecho de que la empresa familiar "lleva mucho tiempo 'obsesionada' con la internacionalización y la salida a mercados exteriores", un aspecto que ha sido beneficioso a la hora de notar los efectos de la crisis.
No obstante, reconoció que este año "ha sido un año muy complejo, donde se ha registrado una velocidad de los cambios desconocida, y se ha dado una crudeza en dichos cambios que tampoco se conocía", tras lo que apuntó que las principales incertidumbres que se abren para el conjunto de las empresas se centran en "cómo va a ser 2009 y cuánto va a durar la crisis".
Por ello, las empresas familiares andaluzas afrontar el año 2009 con "una total prudencia, porque no sabemos que ocurrirá", y donde la obtención de liquidez para empresas y consumidores será un aspecto fundamental, puesto que "si no llega liquidez en el sistema financiero para empresas y ciudadanos tendremos un panorama complicado".
Carranza se mostró, a pesar de todo, "moderadamente optimista" con la marcha del año 2009 y precisó que en el primer trimestre del próximo año los empresarios familiares prevén reunirse con dirigentes de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía para abordar las cuestiones que afectan y preocupan en el sector.
En ese sentido, en cuanto a la fiscalidad de las empresas familiares, tras valorar las bonificaciones en el Impuesto de Sucesiones, reconoció que quedaría pendiente la reforma del Impuesto de Donaciones, aunque también apuntó que "la pérdida y la menor recaudación en los diferentes impuestos nos hace pensar que ahora no será prioritaria una reducción de los impuestos que nos afectan".
Empresas como fuente de información
Asimismo, destacó la importancia de las empresas familiares como "fuente de información de primera mano sobre cómo marcha la economía real y la recuperación de un sistema".
Carranza recordó que la crisis financiera "ha derivado además en una crisis de confianza", por lo que resaltó la importancia de que "se restablezca la confianza en los mercados financieros cuanto antes", para que "se genere liquidez que llegue a familias y pymes, pues hoy no está llegando esa liquidez todo lo fluida que quisiéramos". Recordó que esa menor liquidez ha provocado un menor consumo en las familias "pero las empresas necesitan financiar su circulante".
No obstante, reconoció que "nadie sabe el impacto de las medidas arbitradas", aunque las consideró "razonables y que van por el buen camino", tras lo que apuntó que "actualmente la pelota está sobre el tejado del sector financiero, que debe propiciar liquidez en el mercado y evitar que las inyecciones de liquidez se quedan sólo para mantener los balances de las entidades financieras".
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