El sector espera encontrar en Beatriz Gandullo, ex gerente de Cádiz Centro Comercial Abierto, una mayor sensibilidad. Su relevo en la organización, Yolanda Pérez, recuerda que tanto Gandullo como Bruno García, el nuevo alcalde, conocen las demandas.
Hay una urgente, ante la oleada de robos que sufre el comercio, “un no parar”, que pasa por el refuerzo de la seguridad, con más agentes y una oficina policial en el carco histórico.
Pero “basta con darse un paseo por la zona”, indica Pérez, para coincidir en que la limpieza y el mantenimiento urbano deben ser prioridades del Ayuntamiento en el ciclo político que se ha abierto con el cambio de equipo de Gobierno tras las elecciones del pasado 28 de mayo. “Si se baldea a las 10.30 horas, las calles comerciales quedan anegadas”, lamenta. “Los vecinos caminan chapoteando, con el agua entre el empedrado, bajo las losas sueltas, con los pies chorreando, incluso entra en los locales”, explica.
La competencia desleal por la venta ambulante también preocupa. Y no es nuevo. “También requiere un mayor control policial”, apunta.
Finalmente, entre los asuntos que considera que deben estar en la agenda del alcalde, si bien Bruno García se comprometió a solucionarlo, está el problema del aparcamiento: “No estamos en contra de la peatonalización, pero hay que facilitar la llegada con lanzaderas al centro a los vecinos y los visitantes”.
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