Pablo Alfaro ha tenido una despedida más que digna y señorial del San Fernando. El maño quería tener un acto de despedida ante la afición y los medios, que han cubierto la actualidad y han estado presentes durante la intensa temporada. El cuerpo técnico y el personal del club – amigos que ha dejado Alfaro en el camino- se han dado cita en la sala de prensa del Iberoamericano para arropar al técnico en su adiós de la entidad cañailla.
“Me despido del San Fernando, pero no de San Fernando. Quiero dar las gracias al presidente – Kinziger también hizo acto de presencia en el acto- , a la propiedad y a David Vizcaíno por la confianza que depositaron en mí; ha sido una gozada trabajar aquí, siempre ha habido muy buena sintonía. No me quiero olvidar de los trabajadores, de mi cuerpo técnico, de la gente de comunicación, de los utilleros y la prensa. Por supuesto quiero agradecerle de corazón a mis futbolistas, que son los artífices de esta salvación, la actitud que tuvieron conmigo desde el primer día”, ha declarado con una emoción contenida, que podía observarse en sus ojos.
“Han pasado siete meses desde que llegué, pero me voy siendo mejor entrenador. Esto es así gracias a toda la gente que ha trabajado conmigo"
‘El Doctor’ sacó pecho de las cosas conseguidas, tales como la revalorización de jugadores jóvenes, la recuperación de jugadores más veteranos que no estaban en su mejor nivel y el juego ofensivo ofrecido – desde la llegada de Alfaro, el Club Deportivo ha sido el club más goleador de toda la 1º RFEF. Siguiendo la línea de la temporada, el entrenador hasta el pasado lunes, ha tenido una actitud afable y educada hasta el final, y ha dejado la puerta abierta ante un posible regreso en el futuro: “El San Fernando siempre me va a tener al otro lado del teléfono”.
A la pregunta inevitable sobre si le ha pillado a contrapié su sustitución, ha contestado lo siguiente: “Por una parte sí me ha sorprendido, y por otra no. Soy consciente de que a lo mejor hay diferentes enfoques para un futuro próximo; hay que aceptarlo”.
Alfaro no ha desvelado muchas pistas sobre su devenir: “Me gustaría entrenar. Sigo teniendo fuerzas y energía para estar cerca del césped. No sé si será en esta categoría, en una superior o en el extranjero. Quiero seguir entrenando y progresando como entrenador”.
De su periplo por La Isla y de todos los grandes y malos momentos vividos, Alfaro, se queda con el partido contra el Castilla de Raúl. “Es uno de los días que siempre voy a recordar y de los que hacen afición. El orgullo y la satisfacción de haber llenado el estadio y contribuir al crecimiento del San Fernando es inmenso; hay unas líneas que el club debe seguir”, finalizó.
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