Aznar pronunció estas palabras en el acto de presentación del libro del diputado del PP Ignacio Cosidó, España, camino de libertad, editado por Gota a Gota, sello de la Fundación de Análisis y Estudios Sociales (FAES).
Acompañado por el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, y por los demás ex ministros de Interior en su etapa al frente del Gobierno, Jaime Mayor Oreja y Ángel Acebes, el ex presidente pidió que “aquellos que ni condenan el terrorismo ni renuncian a su proyecto totalitario” lleguen a las instituciones.
Porque, a su juicio, “no todas las ideas son legítimas en democracia aunque se expresen al margen de la violencia”.
Habrá elecciones municipales en el País Vasco a finales de mayo del año que viene, y por ello, Aznar instó a rechazar que la idea de que “los cómplices del terrorismo” serán “los que van a traer la paz”, ya que eso supone “una verdadera afrenta a las víctimas y a tantos que han trabajado y siguen trabajando” por la libertad y la seguridad.
Por ello, el presidente de FAES afirmó que “alimentar falsas expectativas” sobre la necesidad de negociar con ETA o sobre el fin de la organización no es más que un “juego”, la presentación, en definitiva, de “un plato recalentado de la cocina” de la banda. Por tanto, ha añadido, se trata de “operaciones de distracción”.
“Y eso conviene volver a decirlo hoy; conviene poner negro sobre blanco el juego temerario de los que quieren experimentar con nuevas operaciones de distracción”, subrayó.
Un juego, apuntó, que aparece “aderezado por sus apoyos políticos” y ofrecido por “supuestos mediadores internacionales” con el fin de “hacerlo más atractivo a las voluntades erráticas y a los cálculos oportunistas”.
Tal y como destacó en presencia de los que fueron sus ministros de Interior, Aznar defendió la lucha antiterrorista desde la ley, puesto que se trata del “instrumento más eficaz” de la democracia, y desde el consenso político.
Asimismo, defendió que a ETA no se le pague “precio político” ni “porque mate ni porque deje de matar”.
También ha subrayado la relevancia de “situar a las víctimas del terrorismo” en la “debida reparación material y moral”.
Todo eso, a su entender, lo recoge el libro de Cosidó, una lectura que, en opinión de Aznar, “rechazan aquellos” que provocaron “la quiebra de los consensos necesarios y de las políticas razonables”. Y eso, ahora, “pasa una gravosa factura”, sentenció.
Al tiempo que lanzó un recuerdo a los compañeros del PP vasco, recordó la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, ya que “zanjó controversias que todavía se quieren mantener vivas”, aseguró.
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