La empresa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), propietaria del dique flotante que el pasado sábado 29 de noviembre encallase en la playa de La Barrosa, consiguió en la madrugada del lunes con éxito reflotar la plataforma, sin que, según el Ayuntamiento chiclanero, se haya producido daño alguno a la ciudad o a la costa. Tras varios intentos fallidos a lo largo de la pasada semana, dos remolcadores lograban ayer por fin desencallar la estructura de La Barrosa y trasladarla hasta el muelle de La Cabezuela en Puerto Real.
Las labores de remolque fueron muy lentas, prolongándose durante varias horas para evitar provocar daños en la estructura. Técnicos de la empresa han asegurado que el dique no presenta graves desperfectos, aunque no será hasta hoy cuando se le realice una exploración a fondo. Si todo es correcto, el cajonero seguirá esta misma semana su camino hacia la Base Naval de Rota donde se empleará para la ampliación del muelle número cuatro.
La delegada municipal de Playa, María Jesús Castañeda, señaló que el rescate se ha llevado finalmente a cabo “un poco antes de lo que preveíamos, porque lo que sabíamos es que sería a principios de semana”. Así es, las previsiones apuntaban a que no sería hasta el martes cuando el coeficiente de mareas permitiría el rescate del dique. No obstante, todo el dispositivo estaba preparado desde hacía días a la espera de que se dieran las condiciones óptimas, que, al parecer, se dieron ayer.
“Todos los amarres estaban ya preparados, y al no haber oleaje que ocasionara daños y estar la estructura al punto de flotación se ha podido remolcar sin problemas”, expuso María Jesús Castañeda.
La concejal de Playa explicó además que el Ayuntamiento tuvo, durante la operación, una presencia “simbólica” al establecer un dispositivo que incluía efectivos de Protección Civil, Cruz Roja y Policía Local, “que no pudieron ni acercarse al estar muy alejados de la línea de marea”.
Cabe recordar que la plataforma partió el 17 de noviembre de las Islas Canarias con destino a la Base Naval de Rota, aunque a escasos kilómetros de llegar a su destino, el fuerte temporal hizo que se soltaran los cabos que le sujetaban al remolcador. Tras navegar 60 kilómetros a la deriva, terminó encallando en La Barrosa.
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