Es apenas un ejercicio de política ficción, pero que ayuda asimismo a ofrecer algunas respuestas acerca del resultado electoral del 28M en Jerez, sobre todo en lo que respecta a la suma de las formaciones de izquierda a la izquierda del PSOE -recuerden a Mamen Sánchez, e incluso a Raúl Ruiz Berdejo, solicitando el “voto útil” de toda la izquierda a escasas horas de los comicios-.
Y ese ejercicio pasa por simular, a través de la Ley d’Hont, los otros posibles resultados que se habrían producido el pasado domingo de haberse ampliado la confluencia de las izquierdas, limitada en este caso a Izquierda Unida y Ganemos Jerez, que lograron dos concejales.
Podemos plantear hasta tres supuestos, y ya avanzamos que, en todos ellos, el PP seguiría teniendo vía libre para gobernar en la ciudad, ya fuera en solitario o con el apoyo de Vox.
En este sentido, si La Confluencia hubiese sumado los votos de Podemos, habrían alcanzado casi 8.000 votos, un 8,63% del escrutinio, aunque a efectos prácticos el resultado hubiese sido el mismo: PP (12), PSOE (9), Vox (2), La Confluencia (2).
En el segundo supuesto, una Confluencia a la que también se hubiese sumado la candidatura de Adelante, habría alcanzado casi 10.900 votos, elevando el porcentaje al 11,77%. El resultado los habría situado como tercera fuerza con 3 concejales. Ahí sí, el PP habría perdido la mayoría absoluta, ya que caería a los 13 ediles, pero les hubiera bastado para formar gobierno en solitario, ya que la suma de PSOE y Confluencia (12) hubiese sido insuficiente, y ni siquiera los populares se hubiesen visto forzados a necesitar el apoyo de Vox.
Hay un tercer e hipotético supuesto, más extravagante, que implica incorporar a la Confluencia anterior a los andalucistas de Santiago Casal, también de espíritu progresista. En ese caso hubiesen alcanzado los cuatro concejales, pero el PP solo bajaría hasta 12, lo que sí le habría obligado a pactar con Vox para gobernar. Sería un escenario similar al de los dos últimos mandatos, salvo que a la inversa: si desde 2015 ha ganado el bloque de la izquierda 14-13, ahora lo haría el de la derecha por 13-14.
La cuestión es que el PSOE admitió su preocupación por la fragmentación del voto a su izquierda; y sin embargo, todo apunta a que la clave de su derrota no estuvo ahí -sin olvidar la ola del PP-, sino en el propio peso de la marca PSOE, como la propia Mamen Sánchez llegó a reconocer la noche electoral, cuando apuntó que “no sé si han votado pensando en otras circunstancias”.
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