Según informó ayer la Guardia Civil en un comunicado, las investigaciones comenzaron tras recibir una llamada anónima al teléfono de Atención a las Personas Mayores, dependiente de la Consejería de Igualdad y Bienestar Social, en la que se comunicaba que en una residencia ubicada en Carmona (Sevilla) supuestamente se estaban cometiendo abusos a los ancianos.
Al llegar a la residencia, los agentes de la Guardia Civil comprobaron que no estaban los residentes, por lo que sus primeras pesquisas se encaminaron a averiguar el paradero de los catorce ancianos que debían encontrarse en la misma.
Las investigaciones policiales permitieron localizar a los ancianos en un chalé ubicado en Sevilla, que funcionaba como una residencia ilegal, ya que carecía de cualquier tipo de autorización para dedicarse a esa actividad.
Según la Guardia Civil, los ancianos sufrían falta de cuidados higiénico-sanitarios, mala alimentación, sin ningún tipo de control de nutrición, tratamiento médico inadecuado con administración abusiva de fármacos, trato abusivo, ya que los atendían como si fueran como cosas y no como personas, y se hacía un control económico irregular de los residentes.
Tras comprobar que una anciana enferma podía estar siendo medicada sin ningún tipo de control sanitario, se solicitó una orden de registro que permitió comprobar las condiciones en las que estaba.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es