Miércoles de Feria. Día de la Mujer. Las más afortunadas -no saben ellas la envidia que les tengo- llevan ya algunos días desfilando por el Real vestidas de gitana. Pero hoy es nuestro día grande, en el que caben más volantes y más flores por metro cuadrado de caseta. Es verdad que no hay un vestido que mejor siente a una mujer que el de flamenca, pero igual de cierto es que el look puede irse a traste en un abrir y cerrar de ojos si caemos en algunos de los errores que os cuento a continuación. ¿Estáis listas? Vamos a ello; aún podemos salvar algún desastre.
1. No vale ponerse el mantoncillo a toda costa. Sí, tras unos años de capa caída, ahora parecería imposible imaginarse un traje de gitana sin el complemento estrella de estas últimas ferias, especialmete la presente, pero igual tienes que esperar al año que viene. Sí, como lo lees, ese escote y esa manga te está pidiendo a gritos que huyas de ese accesorio, al menos este año, si no quieres destrozar tu outfif flamenco. Llevarlo arrugado, mal colocado, al cuello o en la cintura son otros de los peligros que nos acechan. Y he visto más de un caso así, creedme. Si optas por él, debe ir impoluto.
2. Cuidado con no poder moverte. ¿Te has venido tanto arriba alguna feria con la modista diciéndole que te lo entalle que has tenido que comer de pie? Afirmativo. Lo de enfundarte el traje de gitana como si se tratase de una segunda piel no funciona desde el momento en el que te cuesta llegar al Real, sentarte a comer o temer seriamente por tu integridad en el momento de subir a un coche de caballos. A ti que me estás leyendo, ya sabes que no estás sola. El otro extremo es que te quede holgado, aunque vayas más cómoda, tampoco sirve. Busca el equilibrio, porque además las nuevas tendencias con los diseños canasteros y las líneas más rectas han traído el confort a la moda flamenca.
3. Las transparencias. Aquí seré breve: olvídate de ellas. Ni deben estar, ni se les esperan.
4. El bolso, la bandolera y sus variantes, siempre en casa. Los bolsillos ocultos que llevamos en uno de los volantes, y es muy raro el traje que no lo tenga, harán su trabajo. Eso sí, con meter algún retoque de maquillaje, dinero, móvil y llaves ya vas sobrada. De lo contrario, acabarás con el bolsillo descosido y con varios cardenales de recuerdo de nuestra Feria. De nuevo, todo está basado en hechos reales.
5. Llevar pelo suelo y la flor caída. A ver, que todas lo hemos llevado así y no solo una vez, pero ese tiempo ya pasó. La opción más elegante y con la que mejor vas a soportar sin duda las altas temperaturas es el pelo recogido, con moño (que no sea historiado por favor), trenza o coleta. Será tu mejor elección junto a tu maxiflor en forma de clavel, rosa o coronas, pero ten cuidado también de no parecer una maceta, de nuevo el punto medio es clave.
6. Olvídate de las gafas de sol. No estamos en la playa. Estamos en la Feria del Caballo. No pasa nada por desprendernos de ellas uno o varios días. Lo seguiré diciendo cada año aunque me repita: Martirio solo hay una.
7. Ni zapatillas deportivas ni manoletinas. No hace falta que nos lo imaginemos porque lo hemos visto y demasiadas veces en la pasada Feria de Abril y en conocidas influencers que aquí tienen poco en lo que influir. Salvo para casos de mujeres con problemas de salud o movilidad, no hay nada peor que unas zapatillas deportivas con un traje de gitana, tanto como si bailas como sino. No hay que sufrir con taconazos. De hecho, cada año las zapatillas de esparto son más bonitas, pero esa moda horrible de ponerse zapatillas de deportes que hemos visto en Sevilla no tiene cabida en Jerez.
8. Del vasito de plástico ni hablar. ¿Qué eso de ir divina con tu traje paseando por el recinto ferial con una maceta, o un vaso de plástico o cartón? Estamos en la tierra del vino, la que concentra las mejores bodegas del mundo, o catavino o nada. Nuestra manga de volantes nos echará un cable para que no tengamos que librarnos de él cuando abandonemos la caseta. Y hasta aquí puedo contar.
9. El móvil, ni al escote ni colgado. Si hay un lugar en el mundo en el que jamás te vas a sentir sola esa es la Feria del Caballo. Seamos realistas, tu teléfono móvil va a quedarse sin cobertura, y no vas a poder enviar ni recibir WhatsApp, no tiene sentido ni llevarlo colgado -aparte de que queda fatal- ni menos ponértelo en el escote. Ya sabéis, al bolsillo secreto por si hay una emergencia a la vuelta a casa.
10. No disfrutar . Si has leído hasta aquí, en el top ten está nuestra recomendación más importante. ¡Vive la Feria a tope y desconecta, aunque sea unos días!
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