El Pleno del Ayuntamiento de Ronda manifestó su apoyo el pasado miércoles a que el ‘Canto de la Aurora’ de Ronda sea declarado Bien de Interés Cultural por parte de la Junta de Andalucía, una iniciativa que ha sido promovida por la propia Hermandad de la Aurora, que ha iniciado el expediente administrativo ante la Junta para alcanzar tal declaración, con el fin de conseguir una mayor protección y conservación del patrimonio cultural e histórico que supone esta arraigada tradición en Ronda, así como para obtener un mayor fomento y divulgación de la misma.
En nota de prensa, la entidad explica que el Canto de la Aurora constituye desde tiempo inmemorial el culto principal de la Hermandad, en donde sus hermanos, denominados “Los Auroreros”, se reúnen cada último domingo de mes a las seis y media de la mañana para cantar alabanzas a la Virgen María, en sus advocaciones de Virgen de la Paz y Virgen de la Aurora, que son sus dos titulares a las que rinden culto, manteniendo el tradicional ritual de despertar a los fieles, a través de los cánticos, para que acudan al rezo del Santo Rosario.
Su origen en Ronda se encuadra en torno al siglo XV, ligado siempre a la devoción y a la propia historia de la Virgen de la Paz, pues, de hecho, la Hermandad de la Aurora es la primitiva hermandad gloriosa de la Patrona de Ronda, tal y como se hace constar en la Bula Papal de Patronazgo del año 1944, así como en el libro Devota Novena del Beato Fray Diego José de Cádiz del año 1791, además de numerosos vestigios que aún a día de hoy pueden observarse en el Santuario de Ntra. Sra. de la Paz, como es el propio emblema de la Hermandad de la Aurora, situado en el lugar central del retablo mayor, o los hermanos Auroreros sepultados bajo el camarín de la Virgen en el siglo XVII.
Los hermanos Auroreros van ataviados con la clásica capa española, acompañados por la luz de un farol, y sus cánticos están compuestos por un total de dieciocho tonos y quinientas letras. Aunque se desconoce la autoría de las mismas, se han ido conservando a través de la tradición oral, procediendo muchas de ellas de orígenes mozárabes y otras que fueron escritas por el Beato Fray Diego José de Cádiz, quien, además, es hermano honorario de la hermandad.
Los instrumentos que utilizan se componen de unas campanas de bronce -que es el instrumento fundamental que otorga a la música un aspecto más característico-, címbalos o platillos de bronce, triángulo, tamboril y guitarra. Además del Canto de la Aurora durante las madrugadas, los Auroreros también entonan sus cánticos el día 24 de enero, en la festividad de la Virgen de la Paz, y en la procesión de la Virgen de la Aurora, el último sábado de septiembre, en donde, además, realizan un encuentro de campanilleros de otras localidades andaluzas.
De esta forma, la Hermandad de la Aurora actúa de mantenedora de una tradición con siglos de antigüedad que conforma un claro y evidente rasgo de religiosidad popular y manifestación cultural, dada la naturaleza inmaterial de los valores patrimoniales e históricos documentados, el carácter ritual sacro, su pervivencia a lo largo de la historia, y el simbolismo que desempeña como testimonio relevante de los antiguos y tradicionales Rosarios públicos.
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